Ilia Galán

Ilia Galán


Feria del Libro

26/08/2024

Abre la Feria del Libro de Palencia en el parque del Salón, como otros años, con veinte casetas y programación especial destinada para los niños, que tanto gustan de cuentos y se inician en la lectura de los textos. Ahí a veces se puede encontrar uno con ciertos autores, puede hojear los volúmenes, comparar, llevarse algunos a su hogar, allí todavía se crea un espacio para un invento fundamental en la historia de la humanidad. El mayor sistema de almacenamiento y expansión de conocimiento, primero bajo la forma de rollos de papiro, luego en volúmenes de pergamino, finalmente económicos y fáciles de manejar y portar, en papel: los libros que hoy todos hemos visto o leído. El planeta tierra está dominado por las religiones del Libro: judaísmo, cristianismo e islam se basan en textos escritos, como también sucedió con el hinduismo. Luego vinieron los libros de medicina, los de ciencias, arquitectura, ingeniería... Una parte importante de los conocimientos hoy se ha desplazado a Internet, sobre todo los más efímeros o técnicos, pues no necesitamos para ellos bellas encuadernaciones. Pero sigue siendo esencial leer para el desarrollo de nuestra sociedad, también para reflexionar, para pensar y repensar nuestro rumbo, social, político o personal, para soñar. El hombre es un animal que sueña e imagina otros mundos y estos le mueven a ser diferente o a cambiar lo que alrededor tiene. El cuidado de nuestra fantasía, nuestra mitología, es fundamental. Por eso las creencias se visten de carne, se encarnan, con imágenes, historias, leyendas... El hombres es solo a veces -y no todos- animal racional, pero mucho más a menudo es soñador. «El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona», decía Hölderlin, con razón, o sin ella, que poco importa, ya que nuestro tejido vital es muchas veces más imaginario que real. 
 Escritores de fantasía o realidad, de historia o ciencias irán a firmar sus trabajos, podrán hablar un poco con quienes se les acerquen. Es muy interesante ver cómo afectan las letras que uno lanza al mundo, publicadas, cuando vienen a comentarlas: los libros, también engendran hijos.