No era la primera reunión a la que me invitaban y siempre era grato encuentro. Entre sabrosas viandas y vinos de la tierra amada, en los jardines, bajo frondosos árboles, en torno a Santiago Álvarez-Barón y otros personajes que, notables, como un general, periodistas, estudiosos o importantes profesionales se juntaban preparando la publicación de un nuevo libro sobre Palencia, mas no era el objetivo dicha edición, sino animar a pensar planes para el desarrollo de nuestra región. Analizar sus problemas y apuntar algunas soluciones que puedan servir a nuestros representantes políticos.
El gran problema parecía contemplar cómo año tras año menguábamos, pues nuestros jóvenes salían a estudiar fuera, en otras universidades, y ya no volvían. Quien se quedaba en las explotaciones agropecuarias, tan azotadas por impuestos y burro-cracia, tan ahogadas con mil y una normas, tan extenuadas al no poder pagar los gravosos costes de combustible, abonos, grano o maquinaria, se sentía fracasado. Cada vez menos pastores quedaban, menos labradores... Las pocas fábricas no hallaban obreros y una gran posibilidad de crecimiento económico y social se perdía por no hallar brazos que desarrollaran las labores mientras otras provincias regurgitaban miles de personas en paro que se desesperaban por no lograr un techo.
Pero para atraerles hay que organizarse y ofrecer algo, junto al trabajo, un techo accesible. Si los jóvenes quieren salir del pueblo a ver mundo, y es normal que se vayan, los que llegaron a la treintena y sufren las barriadas del extrarradio de las populosas ciudades bien podrían volver, como alguno hace, encantado, logrando una casa mucho más grande y confortable que en la gran urbe, con una calidad de vida muy mejorada.
Así está ocurriendo en pueblos y aldeas de otras zonas de Europa, llamando a quienes quieren formar familia y en las grandes aglomeraciones urbanas no tiene espacio ni buenas condiciones. Los niños crecen mejor en los pueblos, ahí son más felices. También se pueden importar de las Américas familias de trabajadores que rápidamente se adapten..., los nuevos palentinos.