Julio César Izquierdo

Campos de Tierra

Julio César Izquierdo


Reyes Majos

06/01/2024

Eso. Tres que son tres. Que llenaron la noche de ilusión y que traen una mañana de algarabía para pequeños y también para los que ya peinan canas. Magos muy majos que intentan llegar a todos los hogares, aunque las vicisitudes de la vida hacen que no siempre se cumplan los deseos al cien por cien. Y mira que lo procuran, pero todavía, a pesar de su bagaje y experiencia, les cuesta rozar la excelencia. Claro que la culpa es más bien del común de los mortales que de su gran realeza. Les resulta complicado regalar una paz que sea mundial porque nosotros, humanos sin inteligencia artificial, seguimos siendo más tercos que una mula. Se les vuelve cuesta arriba dosificar los pedidos, viendo que hay zagales que rellenan tres folios y les sobran dos y otros que hacen literatura en dos líneas y reciben la marca blanca del juguete o el sucedáneo de turno. No es error suyo, que bastante tienen con su labor y poco se lo agradecemos. Dicen sus cercanos que a veces pierden la ilusión, que es lo peor que les puede ocurrir a los adalides de tal concepto. Que el oro, el incienso y la mirra no son suficientes para nosotros, que por lo visto preferimos acciones en telefónica, letras de un tesoro o primitivas millonarias para alcanzar el nirvana de ahí os las den todas y adiós muy buenas mundo cruel. Y es que los de Oriente también se ven salpicados por la competencia de los buenos deseos y propósitos y llegan cuando los festejos están por dar carpetazo. Me consta que han tenido varias reuniones en la ONU con elfos, nicolases, noeles, brujas buenas, leñadores del norte y un portavoz de reparto a domicilio que siempre va sonriendo por la vida. Allí han hablado de todo, principalmente de los peques que sufren, de los que mueren en los conflictos, de las familias que no llegan a final de mes, de los enfermos, de los inocentes, de los que hacen de su capa un sayo, de los que piden repúblicas independientes para su casa, de los que no tienen patria ni refugio, de los avaros, de los egoístas, de los que maltratan, de los que se aprovechan, de los que roban con guante blanco, de los que buscan trabajo y no encuentran, de los que son explotados, de los que saludan mal y de los que siempre confunden los términos. Queda tajo. Va.