Los ciudadanos de este país llamado España, consciente y libremente llamamos la atención y exigimos al Partido Popular, a su presidente Núñez Feijóo y a Vox con Abascal a confluir para conseguir la gobernabilidad de España.
En otros momentos aplaudiremos diferencias, incluso discrepancias. Ahora, la Unidad de España está en peligro, aumentan las desobediencias a la Corona Real, negándose a reunirse con ella en base a la falsa pluralidad democrática, que existirá, pero debe contenerse en los tiempos decisivos. Toynbée y Nietzsche, predijeron que las civilizaciones no mueren asesinadas, se suicidan. 
El daño que ha causado en nuestro país este último periodo se ha extendido a todos los campos. Fundamentalmente al económico, a la deuda, a las inversiones. Las leyes extraídas de las ideologías se han apartado del sentido común, no se han estudiado efectos colaterales y han acabado en el ridículo. Había que sacar la ley y se saca. Como las Leyes de vivienda que han causado efectos contrarios solo con su anuncio, o las leyes de libertad ciudadana. Promulgando ilegales leyes de sumisión. Como Dominique Aubry en su Historia de O, quieren hacernos ver que la sumisión es la cumbre de la felicidad humana. 
Las geometrías que establecen el orden, no solo la Euclídea, sino la conmutativa, la del vínculo que establece Renée Guénon se han roto para enmarañar el universo. Ya le dijo Trotsky a Stalin que el comunismo, que fue la primera tentativa en lucha contra el individualismo liberal, solo puede triunfar como el Islam, tomando una dimensión mundial. Pero vemos esos modelos desastrosos. Han desconfiado de los mecanismos internos de corrección para acudir a esquemas desfasados como los nacionalismos fragmentarios y federalismos, obviando a Freud o Thomas Mann cuando acusaban a la primera guerra mundial de suicidio definitivo. Europa se suicida con el nihilismo y la anarquía, negando la ley moral.
Por eso los ciudadanos libres e iguales, solicitamos y exigimos que aparten las diferencias y confrontaciones los partidos de igual directriz para trabajar juntos por el país. Dicho queda, sobre todo para Vox y PP.