Una explosión de gas en un edificio de viviendas ubicado en la calle Goya, 32, de Valladolid, dejó en la noche del martes una mujer fallecida y hasta 14 heridos de diversa consideración, dos de ellos en la UCI, en lo que se convierte en el último caso de este tipo que se registra en Castilla y León. Solo durante las últimas dos décadas 17 personas han muerto tras estallar sus viviendas, la mayoría de ocasiones por culpa del gas, siendo el de l calle Gaspar Arroyo de Palencia (1 de mayo de 2007) el más grave con nueve muertos, 34 heridos y tres edificios derribados. El suceso ocurrido en Valladolid este martes se produjo después de que un fuerte estruendo retumbase en toda la ciudad hacia las 22.50 horas, probablemente a causa de una explosión de gas, algo que está en investigación, y que, según las primeras hipótesis, se produjo en la primera planta del bloque de cuatro pisos. Precisamente, la fallecida, una mujer de 53 años, residía en este primer piso del edificio, y fue su hija la que alertó de que su madre estaba en la vivienda en el momento de la deflagración y no podía contactar con ella.Horas más tarde, los servicios de emergencias lograron acceder a esta planta tras sofocar el incendio que se produjo y confirmaron la muerte de la mujer.
«El edificio explotó completamente», resumió la alcaldesa en funciones de Valladolid, Irene Carvajal, que explicó ayer que de las doce personas que fueron evacuadas están estables y siete han recibido ya alta. Los dos más graves, de edad avanzada y con antecedentes respiratorios, se encuentran en la UCI y la Unidad de Quemados están estables dentro de la gravedad, y tres siguen en observación. Como destacó Carvajal «por razón de las fechas y gracias a dios» en el edificio de 20 viviendas solo había 13 personas, ya que «la mayor parte estaban de vacaciones o fuera del edificio».
La virulencia del incendio fue motivada, entre otros aspectos, por que en el taller situado en el bajo se encontraban anoche ocho turismos y una motocicleta, por lo que «la carga de combustible era brutal». Durante la jornada de ayer los bomberos trabajaron en el apuntalamiento de una estructura de los años 70 que ha quedado «gravemente dañada», pero que no supondrá la declaración de ruina total, sino parcial. Tras conocerse la noticia, multitud de representantes públicos de la Comunidad y de la ciudad de Valladolid trasladaron su pésame por la fallecida y lamentaron los daños sufridos por los heridos. El propio regidor, Jesús Julio Carnero, volvió este miércoles de sus vacaciones para estar en la ciudad e interesarse por los heridos.
Los servicios de emergencias atienden a los heridos tras la explosión. - Foto: Leticia Pérez ICALLa tragedia de Gaspar Arroyo
El caso de la calle Goya de Valladolid es el último de una larga lista de este tipo de sucesos en la Comunidad. El más grave tuvo lugar el 1 de mayo de 2007 en Palencia, cuando la explosión de un edificio en el número cuatro de la calle Gaspar Arroyo se cobró la vida de nueve personas y otras 34 personas fueron atendidas con heridas, intoxicaciones por humo y crisis de ansiedad por los servicios sanitarios, aunque solo siete tuvieron que ser trasladas a centros hospitalarios dada la gravedad de sus heridas.
El último accidente mortal antes de la explosión registrada ayer en la calle Goya de Valladolid, que saldó con una mujer fallecida y catorce heridos, tuvo lugar en Burgos, en la barriada San Juan Bautista, cuando en diciembre de 2019 un joven de 29 años falleció en una vivienda tutelada de la Junta ubicada en el número 4 de la calle Modesto Ciruelos.
Estado en el que quedó el edificio de Valladolid tras la deflagración. - Foto: Rubén Cacho ICALAdemás, en agosto de 2016 un hombre y una mujer fallecieron en una explosión provocada por una bombona de butano en una vivienda de la calle Coca de Segovia. La detonación se produjo a las 5.25 horas y provocó también cuatro heridos. El anterior suceso de este tipo se produjo en abril de 2014 en Valencia de Don Juan (León), donde falleció una persona y dos resultan heridas, aunque en este caso se trato de una explosión de butano provocada intencionadamente.
Con anterioridad, en marzo de 2013 un joven de 18 años fallecía como consecuencia de una deflagración en un piso de la calle Argentina. Aunque en un primer momento se apuntó a la posibilidad de que se tratara de una explosión provocada por el gas natural o butano, los bomberos descartaron este extremo.
Por último, en mayo de 2008 un hombre de 39 años falleció al derrumbarse por una explosión de gas su vivienda en Vega de Infanzones, mientras que en 2006 una mujer perdió la vida en Quintanar de la Sierra (Burgos).