20 de diciembre de 1973. Se ha cumplido el LI Aniversario del criminal atentado que costó la vida al entonces jefe de Gobierno de España, el almirante Luis Carrero Blanco y, nunca lo olvidaremos quienes tenemos verdadera memoria histórica, a su escolta, el inspector de policía, Don Juan Antonio Bueno, y a su conductor, Don José Luis Pérez Mogena. Culminaba con macabro éxito la denominada "Operación Ogro", perpetrada por el comando etarra "Txikía".
Decía en mi anterior columna, que del estruendo se pasó al silencio y la incertidumbre más absoluta para, después, dar paso a las sirenas y el incesante ir y venir de coches de la Policía Armada y de los servicios secretos del régimen. Los profesores, totalmente circunspectos y cariacontecidos, murmuraban entre ellos sin darnos ninguna explicación. Se adelantaban las vacaciones de Navidad nos vino a decir en persona la directora del colegio. Quedaba suspendido el servicio de comedor y el de transporte escolar. Apenas era mediodía y de manera paulatina las familias, con discreción y rapidez, fueron recogiendo a mis compañeros para llevarlos a casa con celeridad e inmediatez. Parecía como si el espíritu navideño hubiera desaparecido de manera fulminante. No entendía lo que estaba ocurriendo pero, por las evidencias vividas, de algo muy grave debía tratarse.
Efectivamente, se había masacrado a unos seres humanos de manera miserable y cobarde, algo que define muy bien la habitual forma de proceder de los integrantes de la banda terrorista ETA. Pero, en esta ocasión, el atentado perpetrado representaba el más duro ataque que el régimen recibía desde el fin de la guerra civil española. El todopoderoso jefe de gobierno había sido asesinado con la complicidad de los Estados Unidos, del sector reformista del propio régimen y de una oposición política que, a través de ETA, evitaba que el futuro del franquismo sin Franco fuese una realidad. Así de claro y así de directo lo proclamo y lo señalo, sin falsas apariencias y gazmoñerías impropias ante tales acusaciones.
Queridos lectores seguiremos hablando del asunto.