Carmen Casado Linarejos

Epifanías

Carmen Casado Linarejos


Biblioteca

12/01/2025

Palabra que a los amantes de los libros nos emite buenas vibraciones. El gran Borges en su conocidísimo Poema de los Dones expresa la dramática paradoja de ser ciego y dirigir la Biblioteca Nacional de Buenos Aires: «Yo, que me figuraba el Paraíso bajo la especie de una biblioteca». Siempre asoció la lectura a la pasión por el lenguaje que equipara su originalidad como lector a la de escritor genial. La biblioteca es, sin duda, el más claro reflejo de la cultura y de la historia de la humanidad. La tendencia de las personas al coleccionismo es el resultado de la necesidad de conocer el punto de partida de la existencia así como la de conocerse a sí mismo. La famosa biblioteca de Alejandría, junto a la de Pérgamo y la de Augusto, en Roma, son las más antiguas que datan de centenares de años antes de Cristo. La historia de las bibliotecas es tan antigua como la del hombre sobre la tierra. En la actualidad existen bibliotecas en todas las poblaciones españolas y su utilización es accesible a todo aquel que lo desee. Mucho se habla del peligro que corren los libros ante el imparable avance de la tecnología y las pantallas de todo tipo de instrumentos que nos permiten la lectura sin necesidad de tocar el papel. Si entramos en la sala de lectura de cualquier biblioteca, observamos dos clases de lectores: los que leen el libro impreso que han tomado prestado y los que lo hacen mediante la pantalla de su portátil. Los más pesimistas auguran la desaparición del libro, lo que no me parece realista en vista de la gran cantidad de publicaciones que aparecen continuamente y el importante desarrollo de las librerías. Debe reconocerse que las bibliotecas públicas con su eficacísimo sistema de préstamo ejercen una labor extraordinaria en el desarrollo cultural de los ciudadanos. El catedrático de la Universidad de Salamanca y académico de la RAE, Pedro Cátedra, en su magistral discurso de ingreso en la prestigiosa institución, manifestó que un modo muy eficaz de entender a una persona es conocer su biblioteca, lo que equivale a identificar sus lecturas. Ahora que Sánchez resucita a Franco, la biblioteca es un buen refugio frente a las mentiras que nos van a dominar durante todo el año.