Carmen Quintanilla Buey

Otra mirada

Carmen Quintanilla Buey


En otoño

30/09/2023

No avisa, se presenta, entra y tienes que aceptarlo porque él, por sí sólo, no se va y no tenemos recursos para darle un portazo. Dicen, que el otoño inspira mucho a los escritores, sobre todo a los poetas. Será a los poetas tristes, porque sí que lleva implícitos muchos ramalazos de nostalgia, como despedidas definitivas... regresos vacacionales... y como el sol escasea la mayoría de los días, es difícil que el alma lleve la contraria a algo que tenemos que aceptar por las buenas, o por las malas. Nos cuesta mucho cambiar las rosas por crisantemos, y aunque las rosas se niegan a desaparecer por completo, porque si se escarba entre las espinas todavía encontramos algunas ya agonizantes, y a los crisantemos les falta un mes para ser los gallitos en las coronas, que no son precisamente las de la realeza, tendremos que ir templando el ánimo, porque el tiempo va que vuela. Y los recursos para calentar casas van exigiendo las prevenciones... y las prendas en los armarios danzan entre las perchas... y la vuelta a los colegios satura las librerías... Así y todo, a mí el otoño palentino me gusta porque el fruto de las cosechas campestres ha llegado al tope... y frutas... verduras... miel... setas... está todo en su apogeo y en su punto. Por otra parte, la ropa abrigante tiene que esperar un poco más, ya que, sin ser ligera y escotada, tampoco es el abrigo de solapa que cobija hasta los ojos. Los trapillos mujeriegos son divertidos porque con los mismos, en otoño, unos días estamos tiritando y otros sudando. Tampoco las terrazas de bares garantizan reuniones relajantes. Algunas veces el toldo no es suficiente y procuramos cambiar de asiento, pero terminamos dentro del bar. Pero decimos adiós a los sofocones... los abanicos... la sed... Cuando en nuestras tardes otoñales y templadas doy largos paseos por el campo, después del regreso a casa, con el cielo ya entre dos luces, me pongo comodona y suelo escuchar esa canción nueva de Carlos Vives, y de Juanes, dedicada a las mujeres que es muy estimulante musicalmente... y me siento, si no feliz, al menos relajada, tanto, que a veces no sé quiénes son Sánchez... Feijoó... Y como dijo Rosalía de Castro: «No me molestéis, que entre el Cielo y yo hay un hueco muy profundo que tengo que rellenar en poco tiempo».