Carmen Quintanilla Buey

Otra mirada

Carmen Quintanilla Buey


Reacción en cadena

18/05/2024

La mayoría de las personas no estamos de acuerdo absolutamente en todo entre unos y otros. Pues nuestros gobernantes, y los aspirantes a serlo, tienen que pensar, que sí, que existe un motivo entre ellos que podría ser vínculo para aminorar el berrinche: A todos les apasiona la política. Sólo, por eso, ya tendrían que mirarse entre sí, como nudos de una misma cuerda, aunque esos nudos sean corredizos.
Pero no se aguantan, no se soportan y si seguimos con tan poca tolerancia cada vez tendremos más despiste y menos recursos, porque nosotros y sólo nosotros pagamos sus consecuencias, ya que una simple mandarina, sosa y acorchada, nos desbarata el presupuesto. Se me ocurre aconsejar a nuestros presupuestarios, que pidan consejo a Los Mozos de Arousa, esos chicos entre sabios y adivinos, que con una sola palabra acertada, en el programa Reacción en Cadena, y sin demasiado titubeo, obtienen más  dinero que un obrero eventual metido dos años entre andamio, o tirando de pico y pala. ¡Que sí, que sí, que no exagero, que así es! ¡Que, a lo mejor, ellos pueden arreglar la situación! Aunque los comodones políticos  seguramente estarían continuamente pidiendo comodines. Además, no tendrían la suerte  de tener un  jefazo tan guapo y tan simpático como  Jon Aramendi, y todo el ambiente sería hostil, si con la última palabra del acto, se preguntara: --A ver, algo que comienza con i, y termina con a, y que si la acertais, alcanzais el millón. Se pediría el comodín , Y al responder: ¡¡Injusticia!!,  y decir Aramendi: ¡¡Correcto!! los aplausos se oirían hasta en La Moncloa. --Y siguiendo con votos: Ahora mismo me ha llegado por correo una tarjeta censal. Elecciones al Parlamento Europeo. Todavía no la he abierto, pero ya anticipo que si me tambaleo al votar por España, y me amplían el tema... pues va a ser que no.
Eso sí: tengo que agradecer que el sobre sobre la mesa me ha servido como motivo de inspiración para mi artículo. Tenía en mente otra cosa, pero hay que estar en el día a día. Y como no tengo las cosas claras, voy a pedir el comodín. Lo malo es que si no acierto, parten mi dinero por la mitad. ¿Y entonces, ya...!