Froilán de Lózar

La madeja

Froilán de Lózar


Con Delia en San Andrés

27/10/2023

Ora et labora es el adagio de San Benito que sirvió de guía a las moradoras del monasterio de San Andrés de Arroyo. Se encuentra este sitio emblemático para los amantes del románico en San Andrés de Arroyo, municipio de Santibáñez de Ecla, en la comarca de La Ojeda, a pocos kilómetros de Alar del Rey.
He pedido cita para hablar con Delia Cajigal, por aquellos días, la madre superiora, nacida en mi pueblo, de la familia de Pepe y Conrado, los herreros, que tenían la fragua en la plaza, donde aprendió lo mejor del oficio, seguramente, Luis    María.
Ya le he puesto en antecedentes de mi proyecto Protagonistas de la Montaña Palentina, porque entiendo que lo son, no solo por haber nacido en ella, sino, sobre todo, por oficiar de puerta hacia este maravilloso enclave que nos legó la madre Naturaleza.
Ellas se agarran a la falda de la montaña donde rezan y amasan unas bambas que te dejan tonto perdido el paladar.
«Nuestro testimonio hemos de darlo viviendo la fraternidad». Eso me dice Delia, quizá, lo que olvidamos de las costumbres de los pueblos, normas o favores que no figuran en ningún libro, pero que se practican por hábitos que nos transmitieron nuestros paisanos, huebras que se hacían leyes para arreglar caminos y mantener un equilibrio ayudando en las labores a familiares y vecinos.
Cuando le pongo a Delia el ejemplo de Silos, donde los cantos gregorianos han dejado el espacio pequeño, ella justifica la opción de los cicerones, es más, lo reclama para su monasterio.
«No sé si vale más la palabra fraternidad, o vale más la palabra hermandad. Aquí estamos para ayudarnos unas a otras».
Esa filosofía que las arropa frente a un mundo que cambia, las mantiene activas en el eslogan de su maestro. El mundo camina desbocado. Norbert Wiener, un matemático estadounidense lo explicó bien:
«Hemos modificado tan radicalmente nuestro entorno que ahora debemos modificarnos a nosotros mismos para poder existir dentro de él».