La lucha de dos viejos conocidos

SPC-Agencias
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Biden y Trump ya cuentan con los delegados necesarios para convertirse en los candidatos de sus respectivos partidos para la batalla definitiva por la Casa Blanca. Ambos volverán a verse las caras el próximo 5 de noviembre

Foto de archivo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden (d), y el exmandatario Donald Trump (i) durante un debate dentro de la campaña a la presidencia. - Foto: EFE/EPA/Morry Gash / POOL14336819596554

El próximo 5 de noviembre está llamado a ser el día de la marmota. Y no precisamente porque Phil vaya a salir de la madriguera para adelantar su previsión meteorológica del invierno, sino porque Estados Unidos se prepara para volver a vivir un duelo entre dos viejos conocidos.

Si todo sigue igual, el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump volverán a verse las caras dentro de ocho meses, reeditando así el enfrentamiento en las urnas de 2020, un hito que no se produce desde mediados del siglo pasado. Ambos consiguieron la semana pasada convertirse matemáticamente en los aspirantes a la Casa Blanca al superar los delegados necesarios en las primarias de Georgia, Misisipi y el estado de Washington, si bien su triunfo ya se veía venir tras los resultados del supermartes y ante la falta de oponentes de peso dentro de sus formaciones.

Sin embargo, tanto el actual presidente como su predecesor en el cargo deberán esperar a las convenciones de sus partidos en verano para proclamarse candidatos: la republicana tendrá lugar del 15 al 18 de julio en Milwaukee (Wisconsin), mientras que la demócrata se llevará a cabo en Chicago (Illinois) del 19 al 22 de agosto.

Estas citas serán un mero trámite, ya que solo necesitan ese anuncio oficial para dar el pistoletazo de salida a una intensa campaña que promete ser muy bronca.

Biden y Trump tienen detrás a una horda de simpatizantes que intentarán auparles de nuevo a la Presidencia, pero también acumulan altos índices de rechazo, lo que hará que su carrera hacia el Despacho Oval no sea fácil para ninguno.

Ambas figuras han sido duramente criticadas por diversas cuestiones. El magnate neoyorquino afronta un total de 91 cargos distribuidos en cuatro casos penales distintos, mientras que el actual presidente se enfrenta a las crecientes críticas sobre la gestión de su Administración en la guerra en Gaza.

Pero si hay un denominador común que pesa sobre ellos, ese es el de la edad. Las dos candidaturas han estado marcadas por las dudas acerca de la eficacia en el cargo de dos hombres mayores, si bien ha sido Trump quien ha aprovechado este aspecto para atacar con fuerza a su rival, y eso que solo les separa lo que dura una legislatura.

En caso de triunfar en noviembre, el antiguo mandatario tomará posesión con algo más de 78 años, los mismos que tenía Biden cuando se puso a los mandos de la nación norteamericana. En cambio, si es el demócrata quien se impone en las urnas, superará con sus 82 años el récord que él mismo ostenta como el inquilino de la Casa Blanca más mayor. 

Los estadounidenses están intranquilos, pero lo cierto es que figuras políticas más jóvenes han intentado destronarles, sin éxito alguno, y los dos aspirantes continúan imparables su camino hacia el duelo más esperado.

¿Revancha o reválida? La respuesta solo la tendrá un país polarizado que tratará de decidir su futuro en medio de un tenso clima político. En cualquier caso, el objetivo será desgastar a su contrincante en los próximos ocho meses. Cueste lo que cueste.