El 25 de diciembre es una fecha especial como pocas. La resaca emocional tras compartir con los seres queridos la cena de Nochebuena dio paso a un soleado día de Navidad. A tenor de la tradición, las mesas de los hogares volvieron a acoger a más comensales que de costumbre, quienes continuaron las conversaciones pendientes de la noche anterior.
Además de las reuniones, las comidas y las tertulias tras el postre, el 24 y 25 de diciembre son unas fechas repletas de citas que, con el paso de los años, se han vuelto ya ineludibles. Una de ellas es la más que consolidada Papanoelada motera, una de las clásicas estampas de estas fechas.
Como cada año, la iniciativa del Motoclub 6 Estrellas de Palencia reunió a cientos de aficionados a las dos ruedas para una ruta tan vistosa como querida. Una marea roja inundó las arterias de la capital, en un recorrido que comenzó en la calle Córdoba, a la altura de Talleres Jomar.
Un momento de la actuación de 'El cascanueces', en el Teatro Ortega - Foto: Óscar NavarroDesde allí, cientos de personas disfrazadas de Papá Noel, con su inconfundible atuendo, partieron por la ciudad en una cita que tiene a su vez una fuerte pretensión solidaria. Y es que el colectivo motero organizó a su vez una recogida para el Banco de Alimentos de Palencia.
UN BELÉN COMPLETO. El Niño Jesús ya luce junto a la Virgen María y San José en el Belén de la plaza Mayor, una muestra de que el Hijo de Dios ha nacido. Como marca la tradición, no es hasta pasada la Nochebuena cuando su talla se coloca en el Belén ubicado frente al Consistorio, lo que manifiesta su nacimiento.
Desde ahora, ya se puede contemplar la escena completa, en la que no faltan los Reyes Magos, los pastores, el buey y la mula.
En el plano cultural, el Teatro Ortega acogió, como cada año, el espectáculo de El Cascanueces interpretado por el Ballet de Kiev. Esta obra, dividida en dos actos, consta de una adaptación del tradicional cuento de Ernst Theodor AmadeusHoffmann El Cascanueces y el Rey Ratón.
Al compás de la partitura original de Piotr Tchaikovsky, la historia versa sobre una Nochebuena fantástica en la que la protagonista viajará desde la realidad a un mundo de fantasía. La historia tuvo su primera representación en una sesión doble que tuvo lugar en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, el 18 de diciembre de 1892.