Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha alertado, en el marco de una reunión reciente con la Dirección General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal del Ministerio de Agricultura, sobre el fuerte impacto que están teniendo las medidas contra la tuberculosis al no ir a la raíz del problema. La organización agraria insiste en que los programas de erradicación de tuberculosis bovina siguen sin funcionar porque no se está poniendo el foco en la fauna salvaje y reclama a la Administración nuevas y mayores responsabilidades sobre los animales que actúan como reservorio de la enfermedad, en especial el jabalí.
En este sentido, la organización explica que muchas de las comarcas que están peor en cuanto a tuberculosis son también comarcas con altas densidades de jabalí y nivel de tuberculosis en la especie. Este ungulado silvestre ha multiplicado sus poblaciones en los últimos años en España y en el resto de Europa, agravando los problemas sanitarios de la ganadería extensiva. A pesar de que el sector cinegético elimina todos los años miles de ejemplares, las bajas son menos que los nuevos nacimientos, lo cual se une a que la especie cuenta con zonas que constituyen auténticas reservas, como las áreas periurbanas.
«Solo conseguiremos la erradicación si lo conseguimos también en fauna salvaje, algo que hoy por hoy consideramos imposible y que la administración no parece comprender, echando a espaldas del ganadero nuevas medidas, cada vez más exigentes, que solo provocan pérdidas y cierres y no un avance frente a la tuberculosis», comenta Alfredo Berrocal, ganadero y responsable de sectores ganaderos de Unión de Uniones. «Nos siguen matando vacas y vaciando granjas, y las que quedan se reinfectarán con una fauna salvaje descontrolada por parte de las administraciones», lamenta Adrián Gómez, ganadero y responsable del sector del vacuno de carne.
Asimismo, Unión de Uniones también ha denunciado los abusos que determinados agentes infligen sobre las ganaderías que no están consideradas libres de tuberculosis bovina, reduciendo de forma injustificada y drástica el precio de los terneros, hasta más de 100 euros, por tener que ir a un cebadero sin calificación, pese a ir igualmente y sin ningún problema a la cadena alimentaria con todas las garantías sanitarias y de seguridad alimentaria. Ante estas problemáticas, la organización demanda al Ministerio una revisión integral del programa de erradicación de la tuberculosis, la consulta y participación del sector en su elaboración y la revisión de estos planes, así como el fin de medidas tan drásticas como los vaciados sanitarios (sacrificio de todos los animales) o el control de los abusos sobre ganaderías que no están consideradas libres de la enfermedad.
La organización ha destacado también la gravedad de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), su elevado índice de mortalidad y los estragos que están dejando los efectos secundarios sobre las explotaciones afectadas. Con respecto a este tema, en la reunión se ha tratado la crisis vivida entre julio y noviembre por la irrupción de la enfermedad, así como los avances en cuanto a su vacuna y las medidas para el próximo periodo de actividad vectorial, para lo que la organización pide mayor coordinación entre administraciones.
En cuanto a lengua azul, Unión de Uniones ha reclamado soluciones ante las vacunas que están presentando problemas (mortalidad, abortos…). Asimismo, ha advertido de la nefasta condición corporal e inmunológica de muchos animales que han quedado maltrechos por la EHE y ha denunciado la proliferación de rebaños "amateur" de ovino, que no están incluidos en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA) y quedan al margen de las políticas sanitarias.
Tres años de éxito en Japón.
Javier López, director de Provacuno, destaca la importancia cualitativa y el valor económico de las exportaciones de carne de vacuno de España a Japón. Con una demanda cercana a las 700.000 toneladas al año, «el mercado japonés busca productos de máxima calidad, donde la carne de vacuno española se ha posicionado como una opción premium preferida por los consumidores japoneses informados». Actualmente, y después de tres años de exportaciones a este país, España se ha convertido en el décimo proveedor (segundo de la UE) de carne de vacuno para Japón, con un valor de casi 14 millones de euros anuales. Para lograr esto ha sido muy importante el cumplimiento del riguroso modelo de producción europeo y español, que garantiza los más altos estándares en bienestar animal, sostenibilidad, trazabilidad, seguridad alimentaria y calidad, entre otros aspectos. Además, el consumidor japonés sabe apreciar el sistema de alimentación de los animales, basado en cereales y oleaginosas de alta calidad, y con ausencia total de promotores hormonales, antibióticos y sustancias no autorizadas en el proceso de producción.