Óscar Husillos no se cansa de competir, competir y volver a competir. De hecho, tras su vuelta de los Juegos Olímpicos de París 2024 no hizo las maletas con dirección a la playa, sino para irse a competir a Viveiro con su amigo y compañero de equipo en Adidas Adrián Ben, buscando allí superar el récord de España de 300 metros (quedándose a escaso medio segundo). El Expreso de Astudillo se encuentra muy fuerte y por eso busca una nueva competición que le permita demostrar ese estado de forma. «Tengo ganas de coger vacaciones, la verdad. Ha sido una temporada intensa. Los últimos meses de trabajo han sido muy duros, con numerosos viajes y competiciones, en los que he vivido gran cantidad de sentimientos, con algunos altibajos. Tengo que pensar que el año que viene la temporada es todavía más larga, acabamos en septiembre. Tengo ganas de acabar esta campaña pero a la vez de hacer una competición más. Así lo he hablado con mi entrenador, porque en París me encontré muy bien de forma. Hay que aprovechar ese estado físico y por eso seguimos a finales de agosto sin terminar el curso. Nunca sabes cuándo las lesiones u otras circunstancias no te van a permitir competir», reconoce en declaraciones a La 8.
El cuatrocentista astudillano, que en París tomaba parte en el relevo 4x400 metros masculino, echaba la vista atrás y rememoraba su participación olímpica. «Media hora antes de la carrera, viendo a los rivales, lo veía más factible de lo esperado. Siempre habíamos creído que podíamos estar en esa final, pero supimos que no eran mejores que nosotros en ese momento. Analizándolo días después, en frío, vimos que tuvimos distintos errores. La estrategia pienso que era la idónea, pero cada carrera es un mundo y hubo varias circunstancias que no nos permitieron estar en la final olímpica. Sin embargo, creo que tenemos que valorar lo que hicimos. En París estuvimos tres equipos del Plan Nacional de Relevos, algo que antes nunca se había conseguido», asegura.
Después de haber vivido unos Juegos Olímpicos muy descafeínados en Tokio por el covid, Husillos pudo saborear la experiencia olímpica con todo su aroma. «Es verdad que no coincidimos con grandes estrellas, porque cuando llegamos muchos ya se habían ido. Aun así, en la ceremonia de clausura pude estar con las chicas de waterpolo, de gimnasia rítmica o con el equipo masculino de balonmano. Al final los Juegos Olímpicos no solo es ir a correr, también a juntarte con los deportistas de distintas disciplinas. En el plano competitivo, iba a vivirlo con más ganas. En Tokio pensaba que, quizá por edad o por estado de forma, me iba a comer el mundo, pero no salió como esperaba. A París llegué con la misma mentalidad, pero con todavía más fuerza sabiendo que iba a poder estar arropado por mi familia en el estadio, paseando con mis padres en la villa olímpica. Esas experiencias son las que te llenan el corazón y te dan la energía que necesitas. Ahora pienso que me quedan cuatro años para Los Ángeles. No sé si llegaré en un buen estado de forma, pero cerrar allí mi carrera deportiva es algo que tengo en mente», señala el atleta.
Su compañera de profesión y paisana Marta García será la encargada de pregonar las fiestas de San Antolín. Óscar Husillos tuvo el mismo honor en 2021. «He estado con ella aquí, en Palencia, estos últimos días. Me dijo que no nos veríamos por esta pista hasta dentro de mucho, porque ella se va a competir y entrenar lejos. Le pregunté si ya tenía preparado el pregón. Le recomiendo que disfrute del ambiente y de los palentinos porque es su ciudad. Que se te reconozca como pregonero es una experiencia única. Tiene que disfrutar del momento y no ponerse nerviosa, eso ya lo dejamos para las competiciones. El público le arropará de igual forma que también lo hacen en la pista», sentencia.