Diputación de Palencia, 110 años de municipalismo

Rubén Abad
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Obras de arte, mobiliario señorial, frescos y vidrieras conviven en un edificio que se inauguró en 1914 y alberga a más de 400 empleados. Desde que lo inauguró Manuel Díaz-Quijada hasta Ángeles Armisén, han pasado por él 24 presidentes

Diputación de Palencia, 110 años de municipalismo - Foto: Óscar Navarro

La provincia es una entidad local con personalidad jurídica propia, determinada por la agrupación de municipios y división territorial para el cumplimiento de las actividades del Estado. Así se refiere la Constitución en su artículo 141 al papel de estas divisiones territoriales, y es por este texto por el que está abierta la Carta Magna que preside el salón de plenos de la Diputación.

Un inmueble que tiene mucho que celebrar. No solo hoy por el papel que le confiere la Constitución, sino por los 110 años que cumple este inmueble que comenzó a levantarse en 1907 y se inauguró en 1914.  Ciento diez años al servicio municipalismo en un edificio que puede presumir de ser uno de los mejores ejemplos del modernismo palentino.

Recorrer su planta noble es lo más similar a hacer un viaje atrás en el tiempo hasta los primeros años del siglo XX. Allí se pueden contemplar algunos de sus tesoros más ocultos a  ojos del gran público como el mobiliario señorial (un bargueño de caoba y palo santo ubicado en la antigua sala de comisiones, por ejemplo);  frescos en el vestíbulo, la escalera y los pasillos; la vidriera del salón de actos que rememora la constitución en Palencia del Studium generale (primera Universidad de España) y  700 obras de arte.

Diputación de Palencia, 110 años de municipalismoDiputación de Palencia, 110 años de municipalismo - Foto: Óscar Navarro

Entre estas últimas destacan San Jerónimo y el Rey David, dos tablas de Berruguete que ocupan un lugar destacado en la sala de visitas. No son las únicas, también hay un importante legado de Casado del Alisal, Mañanós, Eugenio Oliva, Caneja, Victorio Macho o Águeda de la Pisa. Podían ser más, pero el incendio en la Nochebuena de 1966 acabó con gran parte de los fondos en una fatídica fecha para el palacio en la que perdió la vida el jefe de bomberos de por aquel entonces, Gaspar Arroyo, en un aparatoso fuego que destruyó buena parte de los pasillos.

JERÓNIMO ARROYO

La corporación provincial apostó para su sede principal por el arquitecto Jerónimo Arroyo, padre del malogrado Gaspar, que apostó por un lenguaje neoplateresco en un inmueble sobre un solar hexagonal que se levantó con un presupuesto de 530.000 pesetas. No obstante, a medida que la institución asumía nuevas competencias, esta se vio obligada a habilitar más espacios, y así llego la ampliación que arrancó en 1962.

Del exterior destaca su fachada  en piedra de Hontoria y piedra artificial con alegorías a la industria, el trabajo, la agricultura, las bellas artes, el comercio y la ciencia, que enmarcan unos medallones con los bustos de Berruguete, María de Padilla y Alfonso X el Sabio. En el remate, una alegoría de la provincia que protege a un hombre y una mujer ataviados con el traje típico palentino.

Por sus muros han pasado 24 presidentes (92desde su implantación en 1813), entre Manuel Díaz-Quijada, que lo inauguró, y la actual, Ángeles Armisén. Junto a ella trabajan 471 empleados en beneficio de lo rural.