Furor rima con terror y de esto el parque Isla Dos Aguas tuvo y mucho pero en el lado lúdico, ya que la fiesta de Halloween preparada por el Ayuntamiento fue ayer  un ir y venir continuo desde las cuatro y media de las tarde hasta la medianoche en una zona verde municipal muy apropiada para que padres e hijos acudieran disfrazados con todo bien organizado y los atuendos más originales. 

Los establecimientos especializados en dar colorido esta tradición americana -que se impone año a año como una cita familiar y escolar y social ineludible- se frotaron la manos con unas crecientes ventas. Pero, también, destacó el ingenio, especialmente materno, a la hora de confeccionar todo tipo de atuendos y vestimentas que daban miedo junto a las máscaras y maquillajes improvisados.

El Patronato Municipal de Deportes, en colaboración con el Club Atletismo Saborea Cuatro Cantones, se encargó de ofrecer una experiencia única con la participación de 50 actores profesionales disfrazados y maquillados para ambientar el parque al estilo más terrorífico de Halloween. De esta forma, la jornada se dividió en dos franjas horarias: de 16,30 a 19,30 h, dedicada a los más pequeños de la casa, con actividades lúdico-deportivas, y de 20,00 a 00,00 h, espacio de tiempo en el que la gente de mayor edad disfrutó de un emocionante pasaje del terror recomendado para mayores de 10 años.

Tarde-noche de terror entre disfraces, máscaras y zombies«Se trata de un espacio diversión ambientado en una invasión zombie, con militares a lo largo de un recorrido a modo de pasarela de unos 500 metros. Contamos con humo, sonidos, efectos especiales, coches volcados, fuego y vallas de separación. Todo durante cuatro horas y bastante tematizado y ambientado para que el público pueda disfrutar al máximo», según señaló a DP Luis Ángel Caballero, miembro de la empresa palentina Atracciones Mara.

camión escenario. La ambientación de la particular fiesta de Halloween en la capital dispuso, además, de un camión escenario y máquinas de humo dignas de una película de miedo entre un desguace repleto de vehículos destrozados, ruedas, una fábrica llena de bidones y obstáculos, y un tramo donde los más valientes tuvieron que atravesar diferentes desafíos. Los asistentes se adentraron de esta forma en un bosque lleno de situaciones espeluznantes, donde  realizaron diversas actividades entre zonas decoradas y ambientadas para Halloween. Se dispuso de hinchables en áreas acotadas, además de rocódromo, barredora, ring de gladiadores y circuito de obstáculos. Todo estuvo pensado para ofrecer una experiencia de miedo y diversión a partes iguales. Incluso, hubo un toro mecánico que tuvo una enorme aceptación, especialmente entre los más pequeños.

Davies fue la persona encargada de ponerlo en marcha con la velocidad adecuada a los niños de menor edad. «Puedo decir que se han portado muy bien, se están divirtiendo y pasando momentos agradables, al que es muy gratificante. La idea consiste en que ellos se distraigan sanamente  subidos a un toro de rodeo americano, La velocidad que hace la sacudida es variable y con un panel de control disminuyo la velocidad cuando el niño es más pequeño para que pueda disfrutar un poco más y, a medida que lo usan los de mayor edad le doy más fuerza», desgrana

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