El sector agrícola enfrenta retos significativos, siendo los fenómenos climáticos extremos, como el pedrisco, las inundaciones y la sequía, algunos de los más devastadores. Estos eventos no solo amenazan la producción de alimentos, sino que también ponen en riesgo la estabilidad económica de miles de familias que dependen de la agricultura. En este contexto, la implementación de seguros agrícolas se vuelve esencial para mitigar los impactos de estas adversidades.

La variabilidad climática ha aumentado en las últimas décadas, haciendo que los cultivos sean cada vez más vulnerables. Las sequías prolongadas y las lluvias intensas han provocado pérdidas millonarias en la producción agrícola. Sin embargo, muchas de estas pérdidas podrían ser mitigadas con una cobertura adecuada de seguros que proteja a los agricultores y les permita recuperarse más rápidamente.

Este año, en líneas generales, el tiempo ha acompañado al campo palentino. En términos económicos, esto significa que los productores del sector primario, según los primeros datos facilitados a Diario Palentino por Agroseguro, recibirán por los siniestros registrados este año aproximadamente unos 4,15 millones de euros, una cifra muy lejana a la registrada en 2023, cuando la entidad aseguradora tuvo que desembolsar 26,6 millones de euros, o en 2019, cuando la cuantía se elevó por encima de los 15 millones de euros. Incluso el dato es inferior a otros ejercicios donde no hubo una cuantía tan alta. Los cinco millones de euros de 2020, los 5,5 millones de euros de 2021 o los 8,4 millones de euros de 2018 superan la suma de 2024.

Por riesgos, el descenso de las indemnizaciones a la agricultura provoca que la mayor cuantía vaya destinada a cubrir los daños pecuarios (1,47 millones). 

Dejando de lado esta partida, el importe más elevado cubre los siniestros producidos por el pedrisco (830.000 euros) por delante de la sequía (650.000 euros), fauna (440.000 euros) y lluvia (300.000 euros). Además, Agroseguro también hizo frente a daños puntuales por helada, incendio y viento, entre otros. 

Por lo demás, los seguros agrícolas no solo ofrecen protección financiera, sino que también fomentan la inversión en prácticas sostenibles y tecnologías que mejoran la resiliencia de los cultivos. Con un respaldo económico, los agricultores se sienten más seguros al adoptar innovaciones que pueden resultar en una producción más eficiente y menos susceptible a las inclemencias del tiempo.

Proteger a los agricultores es proteger a toda la sociedad, garantizando la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades rurales.