Juan Andrés Oria de Rueda, director de la Cátedra de Micología del Campus de La Yutera de la Universidad de Valladolid (UVa) en Palencia, cifró en unas 2.000 las especies catalogadas en la provincia. «La inmensa mayoría son comestibles, pero hay en torno a sesenta muy raras y sí que son tóxicas. Ante la más mínima duda, cuando uno recoge hongos debe preguntar a quien sabe. Las aplicaciones para telefonía móvil ahora te identifican setas pero no son infalibles. Puede darse el caso de algunas especies muy parecidas y que se trate de hongos mortales» explicó.

Así lo puso de manifiesto ayer  durante la conferencia Las setas y trufas, que pronunció en el salón de actos del Centro La Puebla en el marco de las XXIII  Jornadas Micológicas Intergeneracionales, en las que destacó su valor alimenticio y saludable. «Todos los tipos de hongos que salen en Palencia tienen un interés extraordinario. Se trata de un alimento básico sin abusar en la cantidad. Poseen biomoléculas extraordinarias, por ejemplo, para evitar enfermedades, que suba colesterol  malo, la hipertensión y prevenir el cáncer al tener potentes sustancias antitumorales», aseveró.

 Oria de Rueda añadió, además,  que en la provincia existen 25 productores de trufa negra y tres de turmas, plantaciones estas hechas por primera vez este año tras el Plan de Desarrollo de la Turmicultura. «La trufa es un condimento y las turmas se cocinan y comen como otras especies de hongos, aunque aparentemente son como una trufa», detalló