¡Que viva el vino del Arlanza!

B.A.
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La Fiesta de la Vendimia de esta DO se celebró ayer con la degustación del último mosto, una cata popular y la clara intención de aprobar la asignatura pendiente de la capital y ganar presencia en sus bares y restaurantes

Los asistentes pudieron probar el último mosto de la DO Arlanza. - Foto: Luis López Araico

Una deuda y una asignatura pendiente, así es la relación de la DO Arlanza con la capital. La deuda se saldó ayer con la celebración de la Fiesta de la Vendimia por primera vez en la ciudad, ya que tradicionalmente se festeja en pueblos de la comarca vinícola, tanto en la vertiente burgalesa como palentina. Pero Burgos «se merecía tener esta fiesta», como expresó Ramiro García, presidente del consejo regulador de esta DO, que habló de como los primeros vinos que se bebieron a la orilla del Arlanzón  a principios del siglo XX procedían de Arlanza, «porque eran los más cercanos, de kilómetro cero». Para aprobar están hincando los codos: «Burgos necesita mirar a Arlanza y Arlanza necesita mirar a Burgos. Por eso estamos aquí», expuso García en relación al consumo de sus vinos en la capital. 

Y en ese ánimo de subir nota, el paseo del Espolón se convirtió en una plaza de pueblo, con una gran prensa llena de uvas recién cogidas y listas para pisar, con música de dulzaineros, con danzas del grupo de María Ángeles Saiz y con la presencia de público, alcaldes de los pueblos de la DO y bodegueros. «Estamos recibiendo un gran apoyo», comentaba Daniel Navarro, de Bodegas Lerma, que habló de la importancia de promocionar el vino ya que es el modo de vida de muchos agricultores y viticultores, « y si se puede hacer en Burgos, que tiene más repercusión, mejor». 

Eclipsada durante años por el poderío de las DO Ribera del Duero y Rioja, como confesóGarcía, «Arlanza es una zona pequeña, desconocida, con viñedos familiares, siendo de los pocos sitios de España donde se puede disfrutar de una viticultura  artesanal». En ese ambiente hogareño citó el origen de esta fiesta, cuando tras el trabajo duro de recogida entre amigos y familia llegaba el momento de celebrar en la bodega, de comer y de brindar por una labor bien hecha.

La comarca de la DO Alanza, según comentó Ramiro García «es de las más exclusivas del país por la altitud de sus viñedos» y citó al frío como uno de los grandes aliados de su calidad. «Los mejores vinos del mundo se dan en lugares extremos. El salto térmico entre el día y la noche hace que nuestras pulpas sean más gruesas, lo que nos permite hacer vinos más fuertes o más ligeros. Otras zonas no pueden elegir», expresó García, que destacó el respeto por la naturaleza de los viticultores de su DO.

De nota fue el discurso de la periodista Rocío Martínez, que se auto proclamó como la mejor pregonera de esta fiesta, entre otras cosas por su pasión por los caldos de su tierra y porque cuando piensa en un ratito feliz es «con una buena charla, buena compañía y  una copa de vino en la mano». 

La presentadora y corredora que hoy va a «volar en el Cross de Atapuerca gracias a los vinos de Arlanza», confesó haber «tirado de garillo y agachar el lomo para vendimiar», y alabó el toque fresco de estos vinos, fruto del frío, «que lo llena de matices y que de forma discreta, pero contundente, como somos los castellanos, se está abriendo paso y conquistando paladares, corazones y mercados». Martínez también destacó el «cariño y las manos artesanales» que elaboran estos vinos, los bellos paisajes de los viñedos en otoño  y la oportunidad que supone el enoturismo para la comarca.  «Nuestra provincia tiene el maridaje perfecto, historia, gastronomía y vino». 

homenaje. Durante su intervención, Ramiro García quiso agradecer de forma especial su labor a varias personas. Una de ellas fue Rocío Martínez, «la mejor pregonera y una mujer de gran proyección»; otro fue Enrique Seco, presidente de la Federación de Hostelería, con quien han organizado esta fiesta y con el que están trabajando en armonía»; y también los hermanos Terradillos, de Casa Pancho «por ser pioneros y ofrecer desde su barra vinos del Arlanza cuando era muy difícil vender una botella». Por último quiso reconocer a Ricardo Delgado, de Bodegas Arlese, «un hombre valiente que emigró al País Vasco  y cuando reunió el dinero volvió a su tierra para comprar viñedos y una bodega», le presentó. 

Aunque este año se han recogido menos kilos de uva por culpa del hielo, la calidad de la misma es muy buena, por lo que se espera que también sean de calidad los vinos, como vaticinaba ayer una mujer tras probar el último mosto de la temporada. «Está muy bueno», decía mientras las reinas de San Pedro seguían pisando uva en la prensa para continuar regando con caldos del Arlanza la capital. Todo sea por subir décimas en la nota.