Dos son las empresas que se han interesado en llevar a cabo el proyecto de urbanización, renaturalización y regeneración del barrio de Pan y Guindas. Por una parte, está Hormigones Sierra y, por la otra, Obras Herzaco. Las dos constructoras optan a un contrato valorado en 463.437,56 euros, de los que 171.587,56 euros serán sufragados por el Consistorio y 291.850 euros por la Diputación, con cargo al programa de cooperación económica para la conservación, ampliación y gestión de los patrimonios municipales de suelo de la provincia.
El siguiente paso que dará la mesa de contratación será abrir el sobre con la oferta económica de cada una de estas empresa, acto para el que no hay fecha fijada todavía porque se ha requerido a Herzaco que aclare si ha participado en la elaboración de las especificaciones técnicas o de los documentos preparatorios del contrato o si ha asesorado al órgano de contratación durante la preparación del procedimiento de contratación, lo que la invalidaría para ser contratada por el Ayuntamiento.
Cabe recordar que la intervención diseñada por el Consistorio actuará sobre una superficie de 6.382 metros cuadrados, de los cuales más del 50% se destinará a zonas ajardinadas. Así, la mejora más importante será la eliminación del paso de vehículos entre la calle México y la avenida de Brasilia proyectado durante el pasado mandato y la apuesta por más zonas verdes, caminos y un parque para perros.
De esta forma, se pretende evitar que los vehículos circulen por detrás de la alcoholera, «puesto que los representantes vecinales consideraron que el barrio tiene que ser más peatonal y con más espacios verdes y zonas de disfrute», tal y como explicó en su día la primera edil, Miriam Andrés.
Con esta actuación, el Ayuntamiento pretende revertir la intervención urbanística que se realizó en estos entornos de la alcoholera, en tanto que se ha demostrado que fue errónea al dar la espalda a resto del barrio, no solo por un diseño poco acertado sino porque esta zona carece de conectividad alguna con el resto de Pan y Guindas.
Los cambios que se plantean logran, precisamente, la unión de esa plaza con el resto del barrio a través de la mejora de zonas que se hallan en la actualidad en un estado degradado y carente de actuaciones que pongan en valor las zonas ajardinadas existentes.
De hecho, es habitual que cuando llueve se inunde la conexión entre la calle México y la plaza de la Alcoholera, ya que cuando se diseño no se tuvo en cuenta la colocación de imbornales, o que las zonas ajardinadas, poco cuidadas, presentan desde hace años veredas por donde los vecinos acortan su camino para llegar a otras zonas como la avenida de Brasilia, por ejemplo.
El caso es que, ahora, de los 6.380 metros cuadrados en los que se actuará, la mitad serán jardines (3.621 m2) que tendrán caminos centrales de arena compactada (igual que los del parque Isla Dos Aguas, por ejemplo) y 800 metros cuadrados de nuevos acerados. Y como en la ciudad hay mucha demanda de espacios para poder tener a los perros sueltos, se creará una zona de 220 m2 que estará vallada y en la que se permitirá a los canes disfrutar sin tener que estar atados, conviviendo sin molestar a niños y peatones.
Hay que resaltar también que la actuación cuenta con el beneplácito de los vecinos. Eso sí, aún habrá que esperar, al menos hasta noviembre, para que la adjudicación esté completa y puedan iniciarse los trabajos, que, en su mayor parte, de desarrollarán en 2025.