Georgia trae los mejores recuerdos a Luis de la Fuente. Su mayor goleada como seleccionador, un 1-7 en Tiflis que sacó de la duda a España en la fase de clasificación y la impulsó con un golpe repleto de autoridad a la Eurocopa de Alemania. Alejó la incertidumbre tras el batacazo de Glasgow y espantó la crítica que con tanta dureza castigó al técnico riojano en sus primeros días al cargo del equipo.
No hay para el de Haro ninguna selección rival de la importancia de Georgia en su corta, y exitosa, trayectoria como jefe de la absoluta. No fue un camino fácil. Antes de la conquista de un título para cortar 11 años sin éxitos de España, la Liga de Naciones, digirió como pudo la crítica más feroz por un mal partido en marzo de 2023.
Su falta de recorrido en equipos de élite, ser la apuesta de Luis Rubiales por su conocimiento de la base en un momento de continua renovación en la selección, y ocupar el sitio de Luis Enrique, con tantos detractores como defensores de sus virtudes como el mejor entrenador posible, pasaron factura cuando la Roja dio la peor de las imágenes.
«¿Cuál es el plan?», «Escocia pinta la cara a una España que no funciona», «Naufragio en Glasgow» o «Una España decepcionante se estrella», eran titulares que se repetían en todas las portadas de los diarios nacionales. A De la Fuente, que había debutado oficialmente en el cargo tres días antes con un triunfo en La Rosaleda ante la Noruega de Erling Haaland sin el delantero del Mancheter City, le dio por apostar por rotaciones masivas en un equipo en el que aún no había tenido los días suficientes para inculcar su filosofía y el resultado no pudo ser peor. España venía de un descrédito reciente con su eliminación del Mundial de Qatar 2022, instalada en la posesión eterna e improductiva en la peor ejecución de un estilo que en el cuaderno de Luis Enrique era mucho más vertical. Y esa revolución de equipo innecesaria entre partido de Luis de la Fuente le pasó factura.
Solamente repitieron en el once Kepa Arrizabalaga en portería y Rodrigo con Mikel Merino en el centro del campo. Hasta ocho novedades y una defensa que pasó de ser reconocible con Carvajal, Nacho, Laporte y Balde en Málaga a ser un tiro al aire con Pedro Porro, David García, Íñigo Martínez y Gayá juntándose por primera vez en sus carreras. Alguno, incluso, en su primer encuentro como internacional en un escenario que siempre exige como Glasgow. Fallos groseros, dos goles encajados y falta de reacción.
Un 2-0 que provocó el momento más incómodo para el técnico de Haro. «Han sido dos accidentes. Estoy satisfecho porque he visto reflejado lo que hemos trabajado. Este es el camino y los jugadores han estado muy bien. Estoy contento con todos», afirmó un preparador con menos rodaje del actual ante el micrófono, con un discurso que sorprendió aún más que su planteamiento por la falta de autocrítica.
Temprana derrota
Luis Enrique tardó cuatro duelos en encajar su primera derrota (contra Inglaterra), Vicente del Bosque, 14 (ante Estados Unidos) y Luis Aragonés, 26 (contra Francia). De la Fuente la recibió en su segunda cita. Tenía trabajo por delante para cambiar la opinión popular, para enganchar a la afición y despertar la pasión de un país que se fue apagando con decepciones desde la Eurocopa 2016.
Y consiguió un título que fue el primer paso, la Liga de Naciones 2023, con un grupo de jugadores que volvieron a saber competir ante los grandes, aunque el torneo no fuese considerado importante. Precedió a ese día que jamás olvidará De la Fuente, el choque en el que decidió dar paso a un niño de 16 años y 57 días llamado Lamine Yamal tras el descanso, cuando sus jugadores habían enterrado el capítulo de Glasgow.
Un 0-4 al descanso con la contundencia de Álvaro Morata, marcando dos de los tres que hizo aquella noche en Georgia, un tanto de Kverkvelia en propia puerta y otro de Dani Olmo en pleno recital. Nico Williams y Yamal, la pareja de moda española en la Eurocopa 2024, cerraban la goleada. La Roja se alejaba del terremoto institucional que vivía la Federación e imponía el buen fútbol para cambiar el paso en el Grupo A.
Fue el primer día en el que el bloque de De la Fuente respondió con grandeza a la obligación de ganar. Un triunfo mayúsculo del seleccionador para silenciar a los que pidieron su dimisión. De aquel vendaval están presentes ahora Unai Simón, Carvajal, Le Normand, Laporte, Rodri, Zubimendi, Merino, Fabián, Nico Williams, Olmo, Yamal, Morata y Joselu. Y debía estarlo Gavi si la vuelta no se hubiese quedado grabada para siempre como el peor de sus recuerdos al sufrir una grave lesión de rodilla.