Repsol ha elegido su Complejo Industrial de Sines, en Portugal, para invertir 15 millones de euros en un nuevo proyecto de hidrógeno renovable, en la apuesta por la descarbonización de la compañía.
Según adelanta este lunes El Mundo, se trata de un proyecto de un electrolizador de cuatro megavatios (MW) con una capacidad para generar unas 600 toneladas anuales de hidrógeno.
En octubre del año pasado, Repsol ya puso en marcha su primer electrolizador en el centro industrial de Petronor (Euskadi), con 2,5 MW y una capacidad para generar 350 toneladas anuales de hidrógeno renovable, tras una inversión de 11 millones de euros.
Fuentes de la compañía indicaron su decisión de apostar por invertir en Portugal, un país donde la ampliación del Complejo Industrial de Sines cuenta con todo el respaldo al ser considerado por el Ejecutivo luso como una iniciativa de Potencial Interés Nacional (PIN), una calificación reservada para las inversiones que suponen una contribución significativa a la economía del país.
A la vez, reiteraron que en España se "mantiene en 'stand-by'" el proceso inversor en algunos de sus proyectos industriales ante la inestabilidad regulatoria y fiscal.
La pasada semana, el Gobierno anunció que incluía entre los compromisos remitidos a Bruselas el mantenimiento de "manera permanente" de los gravámenes extraordinarios sobre las energéticas y la banca.
Inicialmente aprobados para dos ejercicios -2023 y 2024- debido al impacto por la crisis por la guerra en Ucrania, el Gobierno ha ingresado más de 2.400 millones de euros del sector energético en estos dos años por esta partida.
De hecho, Repsol ha sido el grupo más damnificado del sector energético en estos dos años por el denominado 'impuestazo', con el abono de casi 800 millones de euros -444 millones en 2023 y unos 335 millones de euros este ejercicio-.
Proyectos en 'barbecho' hasta contar con unas condiciones estables
Hace un año, Repsol ya mostró su intención de dejar en 'barbecho' el llevar a cabo el proceso inversor en algunos de sus proyectos industriales en distintas zonas del territorio español hasta contar con unas condiciones estables y suficientemente atractivas para garantizar la rentabilidad.
De hecho, a finales de octubre de 2023, en una conferencia con analistas, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ya indicó que la compañía contaba con "otras alternativas", como Portugal, donde podría tener actividad internacional en su negocio industrial.
"Vamos a analizar detenidamente cuál es el marco regulatorio y fiscal antes de tomar nuevas decisiones de inversión en la geografía española. Porque tenemos que proteger, ante todo, a nuestros accionistas, a nuestros empleados", dijo.
Repsol mantiene así en el aire inversiones para proyectos cercanas a unos 1.500 millones de euros que podría afectar a proyectos en cartera del grupo en Euskadi, Tarragona (Cataluña) y Cartagena (Murcia).
En el caso concreto de Tarragona, Repsol cuenta con un 'megaproyecto' para construir una planta de valorización de residuos por un valor de 750 millones de euros.
También en Tarragona, la energética prevé instalar, dentro de la estrategia de conversión de sus polígonos industriales hacia la descarbonización, el mayor electrolizador de España con una capacidad de 150 megavatios (MW), con una inversión de unos 300 millones de euros.
En Cartagena, otro de sus grandes centros industriales en España, prevé la instalación de un electrolizador de 100 MW, con una inversión de unos 200 millones de euros.
A estos proyectos se unirían los previstos por el grupo en Euskadi para impulsar allí una cadena de valor para el hidrógeno, que pasan por una inversión de en torno a 200 millones de euros para poner en marcha un electrolizador de 100 megavatios (MW) en la refinería de Petronor.