«No hay otra comunidad autónoma que pierda más autónomos que Castilla y León». José Luis Perea, secretario general nacional de ATA, no oculta una realidad que las cifras constatan. 15.000 autónomos ha perdido Castilla y León en la última década siendo, de largo, la comunidad donde la pérdida de trabajadores por cuenta propia es más severa. Más de cuatro cada día durante diez años. Una cifra que se dispara hasta los 31.000 si se extiende la vista hasta el 2009 tras la explosión de la crisis inmobiliaria. Esta cuesta abajo sin frenos autonómica contrasta con la realidad nacional, donde en los últimos diez años ha repuntado casi un 10% los autónomos, con 295.000 más, y soloCastilla y León y otras cinco regiones anotan números rojos en este periodo. Ni la tarifa plana ni otras medidas puestas sobre la mesa para frenar la sangría de este colectivo han surgido efecto en la Comunidad, donde en la comparativa interanual solo ganó afiliados alRégimen Especial delTrabajador Autónomo (RETA) en los años 2015 y 2022, mientras que en otros ocho la evolución fue negativa.
La tendencia bajista se ha mantenido durante los primeros compases de este año. Y es que, a pesar de que Castilla y León encadena dos meses seguidos al alza –entre febrero y marzo ganó casi 500 autónomos–, si se compara con el mismo periodo del 2023 la balanza arroja una pérdida de 1.700 afiliados en la Comunidad. «La situación del colectivo de autónomos en Castilla y León es realmente complicada», reconoce la presidenta de ATA de Castilla yLeón,Leticia Mingueza, que manda un mensaje de auxilio a las administraciones:«Pedimos a las instituciones que abran los ojos y se sensibilicen con el colectivo. Castilla y León sigue perdiendo autónomos. Todas las provincias pierden y lo hacen las principales actividades de la región».
No obstante, la dirigente autonómica de la principal asociación de trabajadores autónomos celebra los «positivos» datos de febrero y marzo, aunque no oculta su «cautela» puesto que el mes de marzo «ha coincidido con el periodo de Semana Santa y es un periodo en el que siempre aumenta el número de autónomos». Además, al igual que multitud de voces empresariales, resalta la «importancia» de contar con un entorno de «confianza, de seguridad jurídica donde se aliente la inversión y donde crear empleo sea mucho más ágil y se pueda mantener el ritmo». «El entorno socio político, la falta de confianza y de inversión empresarial, el aumento de costes están pasando factura al empleo tanto en Castilla y León como en el conjunto de España».
Sectores a la baja.
La interminable senda bajista del colectivo autónomo enCastilla y León durante la última década tiene tres claros 'culpables': Comercio, agricultura y ganadería, y la hostelería.Solo estos sectores arrojan desde 2014 una pérdida de 15.700 autónomos. Especialmente negativos son los números del comercio, donde cada día desde hace diez años más de un autónomo se ha dado de baja del RETA, con 7.115 menos. «El comercio es un sector en crisis desde hace tiempo y necesita apoyo», reconocen desde ATA, conscientes de la crítica situación de un colectivo que sigue siendo el principal dentro de Castilla y León, con 40.000 autónomos. Las notas positivas en este periodo las pusieron las actividades científicas, sanitarias y artísticas, que ganaron más de 4.000 afiliados.