La cuna del municipalismo en España tiene acento castellano, y más concretamente de la Montaña Palentina. Mil doscientos años de política de lo local, de lo cercano y lo inmediato que en Brañosera tiene su máximo exponente cada 13 de octubre en el Acto de Exaltación del Fuero, concebido casi como una oda al municipalismo. Una fecha señalada no solo en la provincia, sino para el conjunto de España, al ser esta en la que se constituyó el primer Ayuntamiento del país allá por el año 824 de la mano del conde Munio Núñez y su esposa Algiro.
Doce siglos no se cumplen todos los días y, por este motivo, el Consistorio montañés ha cuadruplicado los actos conmemorativos. Así, la tradicional fecha del 13 de octubre a la que se hacía mención anteriormente se adelantó a la jornada de ayer, con un acto institucional en el que se puso el acento en la «necesaria colaboración» que ha de existir entre los grandes y los «muy pequeños municipios». Para dentro de doce días se ha reservado la parte más popular y lúdica de la fiesta, que incluye un acto de hermanamiento, la inauguración de la plaza de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y un homenaje a los pioneros y primeros pobladores de Sierra Morena.
Así lo puso de manifiesto en declaraciones a Diario Palentino el alcalde, Jesús Mediavilla, quien señaló que ambos mundos, el rural y el urbano, han de complementarse «para que el desarrollo de la vida en el conjunto del país vaya de una forma sincronizada», sostuvo el primer edil. Y es que no se trata solo de solidaridad, que también es bienvenida en la sociedad del bienestar, sino que se plantea como una necesidad de estos territorios porque, según expresó el primer edil, «para su alimentación, por ejemplo, son necesarios los pueblos» y mantener en ellos los «servicios adecuados» para la población local, los residentes temporales y los visitantes. En este contexto, Mediavilla hizo alusión a la financiación de los muy pequeños municipios como el suyo, con 254 vecinos empadronados según el Instituto Nacional de Estadística (INE). «Hemos pasado las de Caín, con recursos muy limitados y escasez de fondos, porque nuestros ingresos principales no dependen de los impuestos, sino de lo que recibimos de las administraciones».
Brañosera urge a las urbes mayor colaboración con los pueblos - Foto: Brágimo ICALLa Exaltación del Fuero tuvo como nexo los territorios a los que históricamente emigraron los brañoserenses décadas atrás una vez que las oportunidades laborales fueron menguando en el territorio. Así, el acto institucional reunió a Mikel Torres, vicelehendakari segundo del Gobierno Vasco (destino por antonomasia en los tiempos del gran éxodo rural); Juan Cofiño, presidente de la Junta General del Principado de Asturias (lugar donde muchos mineros continuaron su trabajo ligado al carbón una vez cesada la actividad en el oriente de la Montaña Palentina); María José González, presidenta del Parlamento de Cantabria (donde muchos vecinos encontraron un trabajo en las industrias de Santander, Torrelavega y Reinosa); José Miguel de Elías, viceconsejero de Relaciones Institucionales y Administración Local de la Junta; y Carlos Pollán, presidente de las Cortes de Castilla y León.
Este último hizo referencia a la «lección histórica que encierra en sí el Fuero». «La lección -dijo- de que las decisiones políticas marcan la diferencia, permanecen a lo largo de los siglos y revierten en beneficio de los pueblos, son aquellas que se toman en la intersección de lo urgente con lo importante».
De igual forma, puso en valor la importancia histórica de ese momento ya que «las circunstancias de tiempo y lugar eran de tal gravedad que ni los condes ni los habitantes de Brañosera estaban para fantasear con la posteridad de los siglos. Se jugaban el seguir siendo frente a las incursiones de los invasores musulmanes» y añadió que «fue precisamente por eso que alumbraron una institución política de incalculables proporciones y de enorme utilidad pública: el municipalismo».
Brañosera urge a las urbes mayor colaboración con los pueblos - Foto: Brágimo ICALAdemás, reseñó el carácter pionero de la Carta Puebla, «a la que siguieron otras a lo largo de los siglos y lo que tenían en común era el carácter fronterizo de sus beneficiarios. Puede decirse que todas contribuyeron a la gran empresa de la Reconquista, decisiva en el devenir de España».
El objetivo de este acto por adelantado no fue otro, según detalló el primer edil, que «asentar» la importancia histórica de Brañosera dentro del panorama institucional español y que el Fuero «no solo sea una fiesta pasajera». En definitiva, ir en la dirección que marcaron en su día el Congreso, cuando en 2017 lo nombró oficialmente la primera organización municipal del país; el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, que en su preámbulo hace referencia a Brañosera; o la propia Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), cuya sala de juntas en Madrid está presidida por una reproducción de la Carta Puebla.
BOSQUE DE LOS MUNICIPIOS
Brañosera urge a las urbes mayor colaboración con los pueblos - Foto: Brágimo ICALAl margen del acto institucional, ayer se presentó en sociedad el Bosque de los Municipios, con un árbol por cada uno de los 8.132 ayuntamientos existentes en España. Se trata de un espacio a 1.500 metros de altitud y con más de 16 hectáreas de extensión en pleno Parque Natural de la Montaña Palentina en el que se ha apostado por especies autóctonas de muy alta montaña en el que ha colaborado Galletas Gullón con la plantación de 191 de esos árboles, es decir, los que equivalen a todos los municipios de Palencia.
Cada uno de estos ejemplares lleva el nombre del municipio en cuestión, de tal manera que un vecino de Guardo, Saldaña o Dueñas puede visitar el de su localidad y contribuir a su mantenimiento futuro. «Nuestra intención es que sea un monumento vivo, que la gente lo cuide y lo valore para que de él puedan disfrutar también las generaciones venideras», concretó el alcalde montañés.
En su conjunto absorberán más de 3.600 toneladas de CO2. Además, permitirá la provisión de alimento y refugio para la fauna, protegerá los suelos frente la erosión, aumentará la cobertura vegetal que aporte ornamento, la creación de sumideros de carbono y proporcionará un lugar de ocio para los habitantes.