Este viernes termina el plazo del que disponen las empresas para presentar sus ofertas al contrato para el suministro e instalación del sistema de control de accesos en la futura zona de bajas emisiones de la capital, el cual consistirá en la instalación de un total de 40 cámaras, cinco paneles informativos y seis estaciones de medición de calidad del aire y ruido.
Un contrato más que jugoso para las empresas del sector porque el Ayuntamiento está dispuesto a pagar hasta 1.724.961,48 euros, que se financiarán en gran parte con el dinero que recibirá de la UE para la implantación de una zona de bajas emisiones que, tal y como confirmó el Ayuntamiento, abarcar la zona delimitada por el paseo del Salón y las avenidas de Castilla, Simón Nieto, Antigua Florida, Casado del Alisal y Manuel Rivera.
Ese contrato que está en proceso de licitación será el que elija a la empresa que suministre, monte y gestione el sistema que determinará quién accede a esa zona de bajas emisiones durante las 24 horas del día. El objetivo es saber si el vehículo reúne la condiciones medioambientales exigidas. ¿Cuáles? Aún no se saben porque será el Ayuntamiento en una ordenanza, en la que ya está trabajando, el que fije esos límites.
De momento, está el compromiso del equipo de Gobierno de Miriam Andrés de que «cualquier residente en el centro de la ciudad pueda circular libremente en esta zona» y que «cualquier palentino empadronado en la ciudad puede hacerlo sin impedimentos». «Buscaremos la forma de hacerla lo más laxa posible y facilitar el acceso a la ZBE sin restricciones al 95% de los palentinos y de la gente que venta de fuera», prometió el edil de Urbanismo, Álvaro Bilbao.
Además de esas cámaras, se instalarán cinco paneles informativos en distintos puntos de la ciudad a través de los que se informará a los ciudadanos sobre la situación del tráfico, la calidad del aire o sobre la zona de bajas emisiones, desde accidentes hasta cortes por obras, por ejemplo.
Y, por otro lado, seis estaciones se encargarán de medir la calidad del aire y ruido. Sus valores fijarán cuándo es necesario restringir el tráfico en la ZBE.