La maldición del brazalete, así se puede catalogar la plaga de la grave lesión de los ligamentos cruzados de jugadores de casa, de la tierra, que portan o han portado el brazalete de capitán del Deporcyl. Kuin, Edu, Beto y ahora Chochy han tenido que pasar por el quirófano en el espacio de menos de año y medio. Algo sorprendente. «Mi novia ya le ha dicho a Albertín (que ahora es el primer capitán) que no se lo ponga, que se lo dé a otro», bromea el jugador guardense, recién operado en la capital leonesa.
Chochy se rompió el cruzado en pretemporada. «Fue en un entrenamiento, me disponía a tirar a puerta, pero la rodilla de la pierna de apoyo se me fue atrás. No es que fuese un dolor intenso, pero noté un crujido y desde el primer momento supe que algo gordo había. Luego se confirmó con las pruebas. He estado un mes fortaleciendo la musculatura, porque luego viene bien para la rehabilitación. Salvo una fractura que tuve en el pie que me retiró cuatro-cinco meses, nunca había tenido una lesión grave», recuerda.
Aparte de la coincidencia de ser todos guardenses, de formar parte de la leyenda del club desde hace años, de portar el brazalete de capitán y de haber sufrido todos ellos la misma grave lesión, hay algo que sorprende. «Todos nos hemos lesionado en el pabellón, en la Bombonevera.No sé si algo ha podido influir al tratarse de una pista de goma, no de parquet. Esa lesión tan grave es más habitual de lo que parece, hay muchos casos. Con nosotros se ha cebado, eso sí».
Chochy, en teoría, se pierde toda la temporada. «Dentro de lo que pueda, siempre respetando los tiempos y a los médicos, voy a hacer todo lo posible para estar en el final de esta temporada». Va a tener durante esta larga convalecencia a dos compañeros que ya pasaron por el mismo trance, Edu (que ya está de vuelta) y Beto (que lo hará en breve). «Me van a servir de mucha ayuda, les iré comentando mi proceso, mi evolución, y ellos me irán guiando».
Chochy, desde que se supo la gravedad de su lesión y el hecho de haber pasado por el quirófano, ha recibido muchas muestras de apoyo. «Mi excompañero Héctor, que ahora está en Lugo, me hizo el símbolo del corazón que utilizo cuando marcado. Fue un detalle». Todavía está convaleciente en su casa pero su idea es si puede «ir este sábado a la Bombonevera para ayudar al equipo desde la grada».