El ministro de Cultura de Italia, Gennaro Sangiuliano, ha presentado este viernes su dimisión "irrevocable" tras admitir que mantuvo una relación extramatrimonial con la influencer y empresaria María Rosaria Boccia, a la que nombró supuestamente asesora para grandes eventos, una decisión que luego habría revertido.
Sangiuliano ha insistido así en abandonar el cargo a pesar del apoyo recibido por la primera ministra, Giorgia Meloni, a la que ha dado las gracias por defenderle y por su "afecto" en un momento difícil. "Estoy orgulloso de los resultados obtenidos", ha indicado en relación a las políticas culturales adoptadas durante su tiempo en el cargo.
"Después de muchas reflexiones, en días dolorosos y llenos de odio hacia mí por parte de cierto sistema de medios de comunicación, he decidido dimitir irrevocablemente como ministro de Cultura", señala la misiva, que subraya la importancia de las instituciones italianas.
"Soy consciente de haber tocado una fibra sensible y de haber suscitado muchas enemistades al haber elegido revisar el sistema de contribuciones al cine buscando más eficacia y menos despilfarro. Este trabajo no puede verse manchado y sobre todo frenado por chismes", ha aclarado antes de afirmar que irá "al fondo del asunto (...) y tomará medidas contra quienes hayan publicado noticias falsas en los últimos días".
La polémica, conocida como 'Boccia Gate' en relación con el nombre de la influencer ha salpicado al Gobierno de Meloni, que decidió no obstante rechazar en un primer momento la renuncia de Sangiuliano. Sin embargo, tras recibir esta segunda carta de dimisión, la primera ministra italiana ha anunciado el nombramiento de Alessandro Giuli como su sustituto.
Meloni, por su parte, ha agradecido sinceramente a Sangiuliano su trabajo "extraordinario" y ha destacado que se trata de un "hombre honesto" que ha permitido al Gobierno italiano "alcanzar resultados importantes en la reactivación y valorización del gran patrimonio cultural italiano, incluso fuera de las fronteras nacionales". "Las acciones para relanzar la cultura nacional continuarán", ha puntualizado en un mensaje difundido a través de la red social X.
Sangiuliano, de 62 años y antiguo periodista de la cadena de televisión italiana RAI, ha destacado que la Corte de Auditores está valorando la posibilidad de abrir una investigación sobre el asunto: "Me alegro porque así tendré la oportunidad de demostrar que ni un solo euro de los fondos públicos ha acabado en manos de Maria Rosaria Boccia", recoge el diario 'Corriere della Sera'.
El caso se hizo público después de que la propia Boccia difundiera una fotografía junto a Sangiuliano anunciando su nombramiento como asesora, un cargo que supuestamente el ministro nunca le concedió. Sangiuliano ha negado desde entonces que la influencer --que lo acompañó en ocho viajes oficiales durante el verano-- desempeñara dicho trabajo, y ha afirmado que sus gastos fueron pagados por él mismo.
Boccia, por su parte, ha difundido varios documentos internos del Ministerio y ha asegurado que participó en reuniones previas a la cumbre de ministros del G7 en Nápoles.