Ya se conoce al mejor sumiller de Castilla y León: Fernando Mayoral Santamaría. El burgalés se hizo con la victoria en el XXV Campeonato Regional de Sumilleres 2024, una competición que se ha celebrado en la ciudad de Burgos.
Fernando Mayoral, que no concursaba desde 2019, ejerce su profesión en el restaurante burgalés Rincón de España y en su palmarés destaca el título de Mejor Sumiller de Castilla y León en 2017 y 2018, y subcampeón en 2019, y fue clasificado dentro del top 10 en todas estas ediciones del Campeonato Nacional de Sumilleres Tierra de Sabor.
Por su parte, Alejandro Aparicio, de Valladolid, que ejerce como head sommellier en Grupo Moga, logró el segundo puesto en el certamen.
Justo Pablo Barbero, del bar La Cripta de Palencia, que quedó en tercera posición, es un reconocido bartender. En su palmarés figura los títulos de Excelencia Bar Máster Reserve 2015, campeón de España 2018 en el Congreso Internacional del Ron, Mejor Mai Tai y Mejor Cocktail Low AGV en 2022.
Cabe recordar que el Campeonato Regional de Castilla y León se ha convertido en uno de los concursos de referencia dentro de la UAES y es clasificatorio para el Campeonato Nacional de Sumilleres Tierra de Sabor que se celebrará dentro del Salón Gourmet los próximos días 24 y 25 de abril.
Junto al ganador de esta edición, Castilla y León estará representada compitiendo en la fase semifinal del Campeonato Nacional de Sumilleres Tierra de Sabor por el mejor clasificado de cada asociación provincial. En este caso, la provincia estará representada por Justo Pablo Barbero y por Luis Metodio Sánchez Adán, del restaurante La Traserilla.
Asimismo, en este torneo regional la representación palentina estuvo formada, además de los dos sumilleres mencionados, por Silvia María Poza Hierro, Fátima Díaz García y Manuel Robles Fernández. Como curiosidad, otro palentino estuvo presente en el concurso aunque representando a Burgos. Se trata de Héctor Barcenilla Díez.
LA PRUEBA. Por lo demás, Alba Nelly Rosso, presidenta de la Asociación de sumilleres de Burgos, destacó la «gran competencia» y el alto nivel demostrado por los sumilleres castellanos y leoneses durante la competición. Se resolvió en una final en la que los tres finalistas realizaron como pruebas una cata a ciegas de dos vinos y tres productos; una carta errónea con diez preguntas; un maridaje, donde tuvieron que armonizar con vinos y sakes un menú, una decantación y una última prueba sorpresa que en esta ocasión consistía en la elaboración en directo de un cocktail Manhattan, según informó la organización.