El Ayuntamiento tiene de plazo hasta el 31 de diciembre de 2025 para acometer las catorce actuaciones que contempla el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, gestado y conseguido en su día por el anterior equipo de Gobierno (PP y Cs) y adaptado por el nuevo de la socialista Miriam Andrés. Dispone, para ello, de dos millones y medio de euros destinados a recuperación, transformación y resiliencia y financiados con los fondos Next Generation. El plan irá desarrollándose y concretándose en los próximos meses, a medida que salgan a licitación los contratos de cada uno de los proyectos. La obligación, eso sí, es que a finales de este año se hayan materializado al menos los correspondientes a setecientos mil euros. Es una de las condiciones a cumplir. Naturalmente las catorce obras que van a acometerse en el cerro del Cristo no tienen ni idéntico volumen ni un coste similar; tampoco la misma envergadura y, puestos a priorizar, lo que toca es llevar a efecto en primer lugar un aparcamiento disuasorio para que los visitantes dejen sus vehículos abajo y, en paralelo, el servicio de furgonetas y bicicletas eléctricas que van a ser la alternativa. Y es que no se podrá subir en coche particular hasta arriba y habrá que optar por hacerlo a pie o utilizar esos vehículos citados.
A buen seguro, que habrá vecinos del barrio y de otras zonas de la ciudad que estén en desacuerdo con esta parte del plan, como sucede en muchas obras significativas relacionadas con el patrimonio urbano, alegando que no debiera modificarse uno de los elementos más conocidos -y representativos- de Palencia. Para otra mucha gente, caso de los representantes vecinales, es necesario acometer una serie de reformas para que de verdad sea ese hito turístico que nos venden a menudo, pero sobre todo para afianzar el cerro -sujeto a corrimientos y erosiones-, reforzar la estructura constructiva de la ermita, que no está en las mejores condiciones, y mejorar la carretera y los caminos de acceso, al tiempo que se le saca el mayor partido posible al monumento mediante el paisaje.
Por esa razón, otros de los proyectos especialmente significativos son la reurbanización de la plataforma superior del cerro y los miradores y la renaturalización del centro de visitantes, así como la construcción de un mirador.
En el fondo subyace, como en cualquier proyecto actual, el respeto al medio ambiente, la búsqueda de la sostenibilidad energética, el ahorro de emisiones contaminantes, la accesibilidad y la eficiencia, en el más amplio sentido de la palabras. Y es que, en este caso concreto, en el que confluyen un monumento natural, una escultura de grandes dimensiones y un centro temático de Victorio Macho, no tendría sentido gastar ese dinero en un simple lavado de caro o en una sobrecarga de hormigón. En el conjunto ha de primar su limpieza, su buena iluminación y su comodidad a la hora de conocerlo a fondo.