En mi última columna de opinión, con relación a qué podía hacer el Ayuntamiento para evitar la fuga de jóvenes de la capital, comenté que a la captación de fondos extraordinarios de otras administraciones públicas debía sumarse una gestión eficiente desde el Área de Impulso Económico que ejecutara las promesas en materia económica y de empleo contenidas en las páginas 14 y 15 del programa electoral de Miriam Andrés. La lista de promesas a cumplir que tiene Judith Castro encima de la mesa es tan ingente, que no me extraña que procrastine y se dedique a labores más sencillas como el mercadillo o la plaza de abastos. Cito textualmente algunas de ellas.
Prometieron generar infraestructuras para que las empresas pudieran crecer y/o asentarse en Palencia. A parte de un anuncio en el Debate sobre el Estado de la Ciudad, nada se ha hecho en ese sentido. Tampoco se ha avanzado en el prometido acuerdo con Sepes para la urbanización del polígono industrial Palencia Norte, ubicado entre el Canal de Palencia, la A-65 y el Camino Viejo de Fuentes de Valdepero. Va para trece años de espera, y los que te rondaré morena. También prometieron que no pararían hasta recuperar el proyecto de CyLog que la Junta de Castilla y León proyectó para el alfoz de Palencia, vital para captar nuevas inversiones en torno al Corredor Atlántico. Pues efectivamente no han parado, pero porque no han empezado. Prometieron poner en marcha el Plan QuédaT destinado a jóvenes, que incluía un Plan Municipal de Empleo Joven para recién graduados con el objetivo de darles la posibilidad de tener su primera experiencia profesional en Palencia tanto en el sector público como en el privado. Pues como no se ha hecho nada, los jóvenes palentinos que han acabado este curso sus estudios universitarios siguen aplicando el Plan ComonohaytrabajonopuedoquedarM, con el agravio comparativo de que otras capitales de la comunidad sí han ejecutado planes de retención de talento universitario.
En definitiva, todo por hacer. Confiemos en que el debate sobre el Estado de la Ciudad haya servido para que en lo que queda de legislatura Miriam Andrés trabaje firmemente en materia de empleo e impida que se le pueda aplicar aquel dicho de Quevedo: Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir.