Los Reyes Magos no hacen milagros

Alberto Moreno
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Zunder Palencia cae (72-86) ante el Unicaja en el primer partido del año

Los Reyes Magos no hacen milagros - Foto: Sara Muniosguren

Primer partido del año 2024 y primera derrota, por otro lado esperada. Unicaja pasa por ser actualmente (con permiso del Real Madrid) el equipo de moda. La banca siempre gana y fue el caso en la noche de ayer. Ahora mismo, hay una enorme diferencia entre uno y otro, en lo económico y en lo deportivo.   

El partido comenzó con la intensidad que marcó Chumi, un triple, un robo, un rebote. Un día más en la oficina del murciano. Era el abanderado, el zapador que abría el camino a sus compañeros. Y le siguieron: 5-0 hasta que a los dos minutos llegaba la primera canasta malagueña. Unicaja no daba crédito (nunca mejor dicho) a la impetuosa salida morada, le estaban pasando por encima jugando con sus mismas y letales armas. 

Pero no es un equipo que se descomponga fácilmente. Puso su maquinaria en marcha tras el 2+1 de Benite (8-2). Con una defensa agresiva, endosaba a los locales un parcial de 0-10. Cambio de cromos local (relevando paulatinamente Guil a todo el quinteto inicial) para buscar más frescura (debut de Piñeiro incluido). La clave era mantener el ritmo elevado y seguir vivos en el partido, hacerlo largo. Objetivo cumplido en el primer acto, equilibrio de fuerzas, 21-21. 

La polémica no faltó en el inicio del segundo cuarto con la actuación arbitral, para no variar. Tras un instant replay (que por cierto no funcionaba desde Palencia) solicitado por Ubal llegaba segundos después en plena petición del uruguayo un triple visitante. Una ventaja en el marcador que ya no perdió en el resto del partido. Unicaja seguía a su ritmo, sin altibajos, sin momentos estelares, pero sin lagunas. Sin brillo, pero sin pausa. Zunder, dejándose el corazón en cada acción, con mayor o menor acierto. Ningún pero a su actitud. Las malas noticias eran que al cuadro andaluz le empezaba a entrar su lanzamiento exterior y que cada vez se sentía más cómodo en el terreno de juego, 29-38 a dos minutos del ecuador y tiempo muerto morado.  

El ataque local se estaba volviendo espeso, aunque su defensa fuese más que aceptable. Es evidente la carencia y necesidad de un manejador, aparte de Van de Vuurst y la siempre positiva aportación de Ubal. 31-41 tras otra polémica decisión arbitral con un 2+1 a un segundo para el descanso. Sigue habiendo en el estamento arbitral equipos de primera y de segunda. El trato no es equitativo. No es excusa, es la realidad.

La segunda parte arrancaba con un triple del internacional Alberto Díaz, el décimo hombre que anotaba en los visitantes.  También estaba repartida la anotación entre los jugadores del Zunder (los mismos diez anotadores), con el protagonismo de Pasecniks en la pintura y Franke en el tiro exterior, acaparando entre ambos más de  la mitad de los puntos de los morados. El letón incluso atreviéndose y acertando desde el triple. El más destacado, sin duda, una vez más. 49-71.

El último cuarto ya sobró para los visitantes, no para los morados. Unicaja levantó, por fin, el pie del acelerador. Buscó más la brillantez que la eficacia. Tenía margen para ello. Cuando Zunder se puso a doce, en un ejercicio de resilencia y orgullo, Unicaja se puso serio y selló sin sobresaltos el partido, con bronca, eso sí, incluida a Tyson Carter.