Cuando el duelo ante el Mónaco del pasado miércoles demandaba gente de refresco que paliara la inferioridad numérica que el Barcelona capeaba desde el minuto 10, Hansi Flick echó una mirada a su banquillo y solo encontró canteranos. Ninguna alternativa firme a cambiar un partido que acabarían llevándose los locales (2-1), frustrando el estreno en la Liga de Campeones de los culés en la presente 24/25.
Hasta ese momento, todo era de color de rosas en el combinado azulgrana. Su paso firme en LaLiga, donde ostenta el liderato con cinco triunfos de otros tantos posibles, había maquillado un déficit que hasta entonces no se había manifestado. Pero la irrefrenable plaga de lesiones, sobre todo en la zona ancha, y el acelerón que está experimentando el calendario en estas semanas, unido a la primera derrota oficial del curso, ha colocado sobre el disparadero el fondo de armario del plantel blaugrana.
Sin Ronald Araújo, Marc Bernal, Andreas Christensen, Frenkie de Jong, Gavi, Fermín López y Dani Olmo, lesionados, Flick no tenía más alternativa en el Louis II de Mónaco que jóvenes valores de La Masía aún en formación. Y cierto es que el apostar por estos talentos ha deparado muchos éxitos al Barcelona, pero tenerlos como opción principal en un equipo que lucha por todo es algo más que arriesgado.
Andrés Cuenca, Sergi Domínguez, Ansu Fati, Toni Fernández, Guille Fernández, Héctor Fort, Gerard Martín, Pablo Torre, Ferran Torres y Pau Víctor, esas eran las opciones con las que el alemán contaba en su banquillo para intentar darle la vuelta a un partido de la máxima competición continental en el que su equipo se había quedado con un jugador menos.
Salió Ferran, uno de los pesos pesados en comparación a los demás. También Fati y Pablo Torre, el primero de regreso tras mucho tiempo en el dique seco y el segundo sin acabar de dar el paso definitivo dentro de la primera plantilla. Martín y Domínguez fueron los otros dos elegidos por el germano, que sustituyeron a Lamine Yamal y a Robert Lewandowski, respectivamente.
Noticia engañosa
La noticia más relevante es que parte de los lesionados, todos con un rol de titular dentro del conjunto culé en el caso de estar sanos, apuran sus últimos días de recuperación. Pero es una buena nueva algo engañosa.
Gavi y De Jong podrían estar a las órdenes de Flick en las próximas semanas, pero sus bajas de larga duración demandarán un tiempo prudencial para que vuelvan a coger el tono competitivo. Es un caso parecido al de Araújo en defensa. Mientras, en Fermín López y Dani Olmo, ambos jugadores con un rol muy similar, a caballo entre un mediapunta o un delantero, preocupa su excesiva fragilidad muscular.