El pasado mes de diciembre se cumplieron seis años de la adjudicación de la concesión demanial del uso de la nave de la dársena a la empresa Puerto Palencia para su rehabilitación, reforma, explotación y gestión como centro de ocio e interpretación medioambiental y cultural del Canal de Castilla. Seis años en los que no se ha movido un ladrillo, en los que apenas se sabe algo del proyecto y en los que el inmueble ha entrado en la Lista Roja de Hispania Nostra y amenaza ruina.
Una situación que el equipo de Gobierno pretende remediar recuperando su uso municipal, según confirmó ayer la alcaldesa, Miriam Andrés, que ya ha dado orden a los servicios municipales de «estudiar si se ha incumplido el contrato mercantil» y anular la cesión para poder trabajar en un proyecto municipal.
Dos han sido los motivos que han llevado a la regidora a tomar una decisión. El primero, que en su reciente reunión con la Confederación Hidrográfica del Duero, esta comunicó al Ayuntamiento que no tenía noticia de proyecto alguno para este espacio. Cabe recordar que la instalación es Bien de Interés Cultural desde 1985 y que se debe informar a la comisaría de aguas de cualquier actuación.
El segundo, que en los siete meses que el equipo de Gobierno de Miriam Andrés lleva en el Ayuntamiento se ha intentado poner en contacto con el responsable de Puerto Palencia, Fernando González, «en al menos dos ocasiones» sin haber recibido respuesta.
Condiciones y licencia. Cuando Puerto Palencia obtuvo en 2017 la concesión del uso de la nave de la dársena del canal hasta 2056, lo hizo bajo el compromiso de llevar a cabo una inversión mínima de 516.190,51 euros, de los que, una vez descontados impuestos, 315.160,44 euros deben ir a la rehabilitación de la nave y 34.515,75 euros a la urbanización de los entornos. Además, la firma ofreció como mejora destinar 48.000 euros para la reforma interior.
Con esa inversión, la nave debía convertirse en un centro para el desarrollo de actividades formativas y culturales, la práctica de actividades de ocio y deportivas (rutas turísticas en bicicleta, paseos en embarcaciones y otras modalidades deportivas), punto de información turística y, como actividad complementaria, albergar un bar-restaurante con terraza.
Dos años después, en 2019, se supo que el proyecto de Puerto Palencia se había topado con las objeciones de las Direcciones Generales de Bellas Artes y Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, sobre todo en lo que se refiere a la construcción de un muelle y al tratamiento para los suelos.
Nada más se volvió a saber de este proyecto hasta que el año pasado, unos días antes de las elecciones municipales, la empresa informó a través de un comunicado que acababa de solicitar la licencia de obras para las obras de rehabilitación de la nave «para proseguir con las actuaciones previstas».
En ese comunicado se reconocía «una demora» por distintos motivos como la pandemia y la falta de aprobación por Bellas Artes pero que finalmente «el proyecto ha visto la luz», por lo que agradecía «la insistencia de Mario Simón», entonces alcalde. De hecho, el propio regidor reconocía que la licencia estaba «a la espera del comprobante del pago», que todo estaba «en regla» y que la nave se podría utilizar «la próxima temporada».
Nada de eso ha pasado y ahora el equipo de Gobierno de Miriam Andrés se ha propuesto llevar a cabo la promesa que incluyó en su programa electoral:recuperar esta nave para convertirla en un centro de ocio y gastronómico.