De 2009 a 2019 se desarrolló un Área de Rehabilitación Integral denominado Tierras del Renacimiento gestionado por el consorcio municipal del mismo nombre y compuesto por los ayuntamientos de Paredes de Nava, Cisneros, Fuentes de Nava y Becerril de Campos. En ese tiempo se lograron rehabilitar unas 700 viviendas de estos históricos cascos y se invirtieron un total de once millones de euros, rondando el capital público los siete millones y el resto por parte de los propietarios. En la prestigiosa feria Construmat del año 2013 se expuso que las administraciones públicas obtienen un retorno, vía impuestos, de 111 euros por cada cien euros invertidos en subvencionar la rehabilitación de viviendas en España.
Además de los beneficios fiscales, el estudio señaló que por cada euro invertido en rehabilitación se genera un 85 % de actividad económica adicional y que la inversión para crear un nuevo empleo en rehabilitación, cifrada en 65.000 euros, es inferior a la requerida en el resto de actividades constructivas o industriales. Es decir, que aparte del objetivo prioritario del plan de Tierras del Renacimiento, la adecuación y mejora de viviendas rurales, se logró generar un importante dinamismo económico que supuso la creación de 15 puestos de empleo por cada millón de euros invertido.
En ocasiones, ciertas intervenciones públicas generan efectos socioeconómicos derivados que conviene valorar porque pueden ser incluso de mayor impacto que los de la idea original. Si la rehabilitación de viviendas puede tener tal retorno, surge una pregunta intrigante: ¿Cuánto podría llegar a retornar lo invertido en subvenciones para la repoblación? Es el caso de un proyecto que estamos llevando a cabo en Paredes De Nava y que creemos que debiera analizarse desde una óptica global. El pasado 17 de agosto, Diario Palentino publicó un artículo sobre el primer aniversario de la creación de la Oficina de Repoblación paredeña, subvencionada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y donde tuve ocasión de exponer las primeras conclusiones sobre este proyecto de innovación social. Los 100 vecinos que han llegado a través de esta iniciativa hacen que ahora planteemos nuevas cuestiones. Si está funcionando en Paredes, ¿por qué no llevarlo a otros lugares? ¿Cuánto cuesta repoblar? ¿Qué otros efectos socioeconómicos puede conllevar la repoblación en nuestra provincia? Como con la rehabilitación de viviendas, existen unas derivadas que es muy importante evaluar.
Primera cuestión: ¿Cuánto costaría repoblar Palencia?
Para contestar esta pregunta, nos hemos puesto en contacto con el Catedrático de Sociología de la Universidad de Valladolid (UVa) Jesús Valero y hemos comenzado a trabajar en la detección de todas las necesidades laborales en los pueblos palentinos que no se están cubriendo con trabajadores locales. Sectores como la hostelería, la ganadería o la construcción son algunos de los que no encuentran personas tan fácilmente. Recientemente, todos hemos oído la necesidad de trabajadores en la industria alimentaria del norte.
No basta con una buena formación. Nuestros jóvenes, que son pocos, buscan nuevos destinos y el modelo educativo ha generado otros perfiles profesionales. No debemos gastar mucha energía debatiendo sobre el futuro de nuestros jóvenes bien preparados y si no encuentran ese futuro aquí. Puede ser que sea así. No puedo entrar en esa discusión ante la situación de alarma demográfica en la que nos encontramos. Hoy, nuestra prioridad ha de focalizarse en la captación de talento y de trabajadores fuera de nuestras fronteras. Por lo tanto, debemos obtener la fotografía, el mapa palentino con sus necesidades laborales por zonas. En ello estamos con nuestro campus universitario y en los próximos meses dispondremos de este interesante trabajo.
Desde la oficina de repoblación para Paredes se da cobertura a unos 15 municipios y a un total de unos 4.000 habitantes. Tener este servicio cuesta 80.000 euros al año y se generan de forma directa dos puestos de trabajo (las políticas de empleo dedican actualmente 20.000 euros al año por desempleado contratado en los ayuntamientos). Dada la distribución territorial palentina, con ocho o diez oficinas similares en la provincia, podríamos tramitar la incorporación de unos 100 vecinos al año por oficina, sin contar la capital y el alfoz.
Pendientes del trabajo universitario que determinará con detalle las necesidades, podemos extrapolar los datos de Paredes y sacar un número gordo del coste de la repoblación palentina en el medio rural. En su primera época, repoblar Palencia, cubriendo huecos laborales, costaría un millón de euros al año. En posteriores episodios habría que generar nuevos trabajos vinculados al sector agroalimentario y al energético renovable para poder mantener un ritmo de 1.000 vecinos nuevos por año y, de esta forma, cubrir el déficit vegetativo actual de nuestros pueblos, sin incluir la capital.
Por lo tanto, un millón para 1.000 vecinos nuevos, 1.000 euros por empadronado rural que pagarían las administraciones.
Segunda cuestión: ¿Qué reporta económicamente a Palencia su repoblación?
El primer concepto es obvio, la participación en los tributos del Estado de los ayuntamientos es proporcional al padrón. En el caso de Paredes se reciben unos 170 euros por empadronado al año, importe que se repetirá en los años sucesivos si esos nuevos habitantes permanecen en la localidad. Sin embargo, habrá costes fijos municipales que no van a variar como, por ejemplo, el alumbrado. La farola se encenderá igual con unos vecinos más o menos.
Por lo tanto, a nivel provincial, 170 euros por 1000 vecinos repobladores al año reportan 170.000 euros a los ayuntamientos receptores.
El segundo aspecto a cuantificar es lo relacionado con la vivienda. Si calculamos 1.000 vecinos en unidades familiares de cuatro miembros, necesitaremos 250 viviendas, cuya renta media de alquiler mensual será de unos 360 euros. Es decir, 250 viviendas × 360 euros ×12 meses da un total de 1.080.000€ anuales. Estos 1,08 millones de euros son un circulante que no existía en nuestros pueblos y que a su vez tiene un claro efecto multiplicador.
Los propietarios que eran reticentes a hacerlo, ahora han comenzado a ofrecer sus viviendas en alquiler por la garantía que proporciona la oficina de la repoblación y la subida de la renta. Y se empieza a rehabilitar y no a abandonar las casas, con los beneficiosos efectos económicos que generan estas intervenciones. Así que, claramente, urge plantear una actuación global pública de ayudas a la rehabilitación de viviendas rurales para el alquiler.
Estas 1.000 personas en núcleos familiares, de cuatro miembros y con trabajo facilitado por la gestión de la oficina de repoblación cobrarán al menos un sueldo mensual, lo que proporcionará una devolución fiscal que se calcula en España superior al 40 % solo en cotizaciones sociales, IVA e IRPF. No se incluyen aquí otros gravámenes como los especiales, el IBI o los que afectan a los vehículos, por citar algunos.
Desde luego que este análisis requiere de mucha más precisión, pero ustedes ya pueden empezar a imaginar lo que puede crear en nuestra economía provincial la repoblación de 1.000 nuevos habitantes al año. No entramos a valorar los puestos de trabajo inducidos que generan estas familias rejuvenecedoras de nuestra plantilla palentina. Ni el mantenimiento de los servicios públicos y privados al no bajar la ratio por su llegada. En Paredes continuamos por encima de los 100 niños en el colegio de infantil y el número de cartillas sanitarias se sujeta.
Este artículo es un ejercicio muy básico, pero ya ven que con un millón de euros al año podríamos iniciar una prueba provincial. Esa cantidad es lo que actualmente puede costar una necesaria obra de mejora de un tramo de carretera secundaria de unos 15 kilómetros. Pero repoblando podemos lograr que los más de 3.000 kilómetros que componen la red de carreteras de Palencia optimicen su uso cada año.
Cierto es que las cosas no son tan sencillas. La experiencia paredeña nos dice que para que estas oficinas de repoblación sean eficaces se requiere de trabajadores implicados, de concejales comprometidos hasta el tuétano y que no haya de eso que Machado llamaba 'la sangre de Caín'. Se trata de un equilibrio inestable que hay que cuidar desde todas las ópticas y sensibilidades. Es un proceso social novedoso en su gestión, que se fundamenta en el trato humano, en el acogimiento y en la amabilidad.
Deseando un 2024 repoblador en Palencia. En este año que llega desde Paredes intentaremos ir dando traslado de nuestros avances.