Había linces... En los pasados años ochenta se extinguieron en Castilla y León, pero esa población única en el mundo, que se redujo a cincuenta ejemplares, con los cuidados que ha tenido ahora superaron los mil seiscientos. Animal bello y mítico, cazado y cazador excelente de conejos. Las enfermedades, como la mixomatosis, inventada e introducida en Europa por el hombre, arrasaron con las abundantes poblaciones conejiles, dejándoles heridos, horrendos a estos lindos animalejos. El fruto de esto es que más de la mitad de nidos de las casi extintas águilas imperiales desaparecieron y los linces menguaron hasta atroces extremos. A esto se añadieron más carreteras y tráfico, cazadores furtivos, envenenamientos, destrucción del hábitat por construcciones o incendios...
Ahora la Junta está estudiando varios lugares para la reintroducción del lince, como el Cerrato, precioso animal que es parte de nuestro vocabulario: «ve como un lince.» Todavía recuerdo la Academia de los Linces, que nació en el palacio ducal de Acquasparta, donde anduvo Galileo Galilei entre otros sabios... Se dedicaban, con este emblema mítico, sobre todo al desarrollo de las ciencias, pues la naturaleza miraban con profundas ojeadas, oteando los problemas y sus soluciones.
¿Y a mí qué me importa todo esto? Puede decir algún lector travieso. Pues que al igual que el recién introducido bisonte, puede atraer un nuevo turismo y se mantiene un control natural entre depredadores, pues donde está el mayor felino europeo disminuyen los zorros o estos se dedican más a engullir topillos, que tantas fatigas producen cuando mucho se reproducen, dañando los cultivos. Cuantos más territorios tengan ejemplares de este bellísimo animal, más difícil será su desaparición del planeta. Y es que se trata de un tesoro de nuestra fauna.
Cuanto más variedad haya en la Tierra de animales y plantas, más ricos somos todos, y más posibilidades de hallar soluciones medicinales, descubrimientos en el modo de ser de unos seres y otros, como ha sucedido tantas veces. Mientras, los safaris fotográficos podrán sucederse, como en África.