La serie de televisión Rapa se despedirá mañana de los espectadores de Movistar Plus+ con una tercera y última temporada «más emocionante, oscura y dura» en la que rematará la historia de sus dos protagonistas.
Durante su presentación hace unos días en el FesTVal de Vitoria, así lo remarcó el actor Javier Cámara, quien se meterá por última vez en la piel de Tomás, un profesor de instituto enfermo de ELA que investiga un crimen.
«Él quiere saber la verdad, si uno mató a otro, si detrás de eso hay drogas, abusos... Es su principal preocupación porque está enfermo y quiere centrarse en las cosas de los demás para no pensar en las suyas», señaló el intérprete, razón por la que no dudó en definirla como la temporada «más emocionante, más oscura y más dura para nosotros, porque es la última».
En contraposición, para Jorge Coira, director de todos los capítulos menos uno, la serie tiene contrastes. «Hay momentos de oscuridad, pero creo que esta temporada será la más luminosa, porque hay un canto a la vida y a la amistad tan fuerte que forjan los dos protagonistas», consideró ante los medios de comunicación.
En esta última entrega, la enfermedad de Tomás se encontrará en un estado avanzado; sin embargo, eso no le impedirá ayudar a un amigo que ha sido acusado de asesinato y que él cree firmemente que es inocente. Para demostrarlo, se adentrará en el astillero de Ferrol, sabiendo que esta puede ser su última investigación.
En este punto, la ficción también abre un debate sobre el tema de la eutanasia. «Es bonito porque se introduce de una manera sutil, es decir, no hace ningún alegato a favor de nada, pero sí están las dos visiones y la libertad de escoger que tiene cada persona», manifestó Mónica López, quien da vida a Maite, sargento de la Guardia Civil y la otra gran protagonista.
Su personaje asumirá un caso de secuestro que azotará a una influyente familia. «La desaparecida es una chica joven y ella se da cuenta de que no ve a su hija, que se dedica mucho a su trabajo y no a ser madre, así que este acontecimiento le va a ayudar a acercarse a ella», incidió López.
Caras nuevas
Una de las nuevas incorporaciones al reparto es la de Cristina Castaño en el papel de Inma. «Va a tener mucha emocionalidad, porque es una mujer de negocios a la que han secuestrado a su hija», anticipó la actriz.
«Con Jorge había trabajado que Inma, mi personaje, era un volcán sin erupcionar, una mujer muy acostumbrada a negociar y a la que la emoción le sale a cuentagotas. Es una mujer que está acostumbrada a trabajar todo el día y a la que llega un problema personal que hace que le cueste compaginar su vida profesional con su vida familiar y es bonito ver su derrumbe», destacó.
Castaño, además, elogió la labor de Cámara en la dirección, puesto que él se ha encargado de dirigir el tercer capítulo de la ficción. «Él va al rodaje a disfrutar. Lo vive intensamente y todo con mucha emoción y exaltación. Cuando acabas una toma, te aplaude mucho», recordó entre risas.
El actor riojano, por su parte, confesó que al principio le dio «mucho vértigo» meterse a dirigir un capítulo de tal calibre. «Estaba muy nervioso, pero no lo hubiera hecho nunca sin la confianza con la que me lo pidieron y sin un equipo que es familia. (...) Lo único que quería decirle a los actores es que, si hay algo que sé, es que no voy a dejar nunca que esté mal», argumentó Cámara.
Asimismo, también añadió que ahora siente que la serie es suya y que espera que todo el mundo sienta lo mismo, porque se han dejado «el alma» en cada toma del rodaje desde la primera temporada. «Ver una serie que se cierra tan bien, que está también escrita, es un gusto», sentenció.