Tras la 'ventana FIFA' aún resuenan los ecos del último duelo de Montjuïc, en el que el público azulgrana terminó coreando el nombre de su entrenador. No es normal (o sí, contemplándolo como un grito de liberación en tiempos de enorme crisis) que un técnico 'fuera de la casa', o sin el manido 'ADN Barça', reciba una muestra de cariño o admiración tan pronto. Hansi Flick camina con paso firme hacia cifras que nadie esperaba porque, en efecto, la mayoría de la afición esperaba a un Barça de supervivencia.
Cuatro jornadas y un parón después, el barcelonismo es optimista, dos conceptos que rara vez caminan de la mano: cuatro victorias en cuatro partidos, 12 de 12, 13 goles a favor y sólo tres en contra, dos remontadas, dueños del 'pichichi' (Lewandowski, con cuatro dianas) y de su inmediato perseguidor (Raphinha, con tres), y disfrutando de la mejor versión de Pedri, de la irrupción colosal de Lamine Yamal o del impacto instantáneo de Dani Olmo… Así que, desde ese estado de euforia contenida, mira de reojo una 'plusmarca' de 10 años de antigüedad: el equipo no arrancaba con cuatro triunfos consecutivos desde la temporada 13/14.
Entonces, otro inquilino se estrenaba en el banquillo. El 'Tata' Martino, un técnico que había ganado Ligas con Libertad y Cerro Porteño en Paraguay y que llegaba con el título argentino desde el banquillo de Newell's bajo el brazo. Según muchos en Barcelona, una «recomendación» (cercana a la 'imposición') de Leo Messi, quien luego se lo ha ido encontrando casualmente o no en la selección argentina y ahora en el Inter de Miami.
Martino tenía un once de lujo formado por Valdés, Alves, Mascherano, Piqué, Adriano, Busquets, Iniesta, Xavi, Messi, Pedro y Alexis (el chileno jugó más partidos y minutos que Neymar en su primera temporada). Y con ese plantel, arrancó con un cuatro de cuatro (14 goles a favor y cuatro en contra) e incluso llegó a la perfección en la jornada ocho, acumulando 24 puntos y viendo quebrada su racha en El Sadar (0-0) en la novena.
Duro camino
Curiosamente, el Barça igualaría ese récord en territorio navarro, ya que en la octava jornada visita a Osasuna… pero antes tendrá tres duelos duros para lanzarse a por él. El primero, este mismo fin de semana en Montilivi: el Girona fue una 'bestia negra' particular de los de la Ciudad Condal el pasado curso. Después de un sorprendente 2-4 en Montjuïc y con los billetes para la Liga de Campeones en juego, el Barça volvió a caer en el feudo gerundense. Ganaba al descanso (1-2) con goles de Andreas Christensen y Lewandowski, pero la revelación del pasado curso le sacó los colores en la segunda mitad y repitió el marcador de la primera vuelta: 4-2.
El cuadro de Flick jugará después su segundo partido consecutivo lejos de casa (en Villarreal) y en la séptima jornada recibirá al Getafe, hoy por hoy la mejor defensa de las grandes ligas europeas. Será en El Sadar, si continúa en la senda ganadora, donde Flick intentaría alcanzar a Martino… quien, por cierto, no consiguió ganar la Liga a pesar de un comienzo espectacular: el Atlético de Madrid de Simeone (90 puntos) terminó por encima de Barça y Madrid (ambos 87).
Tras cuatro jornadas, el actual Barça (12 de 12 y +10 en diferencia de goles) es el undécimo mejor equipo en la historia de la Liga. Han sido varios los líderes con el pleno de victorias, pero solo 10 con mejor balance goleador… con el Real Madrid de la 87/88 a la cabeza de todos ellos. El cuadro dirigido por aquel entonces por Leo Beenhakker arrasó en la Liga de comienzo a fin, y en la cuarta jornada tenía un espectacular balance de 21 goles a favor y únicamente uno en contra (0-4 en Cádiz, 7-0 al Sporting, 1-7 en Zaragoza y 3-0 a Osasuna).