«Desde el patrón hasta la última puntada están personalizados»

Pablo Torres
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Entre hoy y mañana se celebra en Burgos Espacio Moda Castilla y León, que reúne a una quincena de diseñadores de la comunidad y una treintena de marcas de diseño. Entre los participantes, se encuentra el modisto palentino José Martín

«Desde el patrón hasta la última puntada están personalizados» - Foto: Óscar Navarro

El modisto José Martín lleva más de dos décadas confeccionando prendas a medida. Tras aprender en la academia de moda de la saldañesa Pilar Ríos, abrió su primer taller en la capital en el año 2000, trasladándose en 2017 a su actual atelier de la calle Don Sancho. 

Ahora, es el representante palentino en Espacio Moda Castilla y León, donde presentará mañana su colección Si yo fuera Rita, una muestra de 20 trabajos basada en la figura de Rita Hayworth y en el estilo de los años 40, con prendas en forma de «cono invertido». Habrá también dos modelos masculinos.

Cabe señalar que este es el primer evento del proyecto Moda Fusión Castilla y León, organizado por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Consejería de Industria, Comercio y Empleo. 

Participa mañana en el Espacio Moda Castilla y León, en el que varios diseñadores mostrarán sus últimos trabajos. En su caso, ¿qué es lo que presentará? 
Nos daban la opción de presentar una colección titulada, así que yo he hecho un juego de palabras: Si yo fuera Rita. Me baso en Rita Hayworth y, sobre todo, en la silueta de los años 40, con hombreras muy marcadas y cintura estrecha. Es decir, como un cono invertido.

Casi todas las prendas van a seguir esa línea, aunque no son todas iguales, ya que hay vestidos de noche sin hombros, pero evocando esa época.

Junto a usted estará una quincena de profesionales ¿Ve este encuentro como una oportunidad para compartir experiencias con ellos? 
Es todo un poco caótico, y estamos todos tan pendientes de lo nuestro que es un poco difícil. Lo que es conectar con otros diseñadores, más allá de reconocernos visualmente, no ocurre.

¿Cree que este tipo de eventos favorecen la creatividad a la hora de confeccionar nuevas prendas por el hecho de ver muchos trabajos?
Todos nosotros, en cualquier campo de nuestra vida, nos nutrimos de lo que vemos. 

Todas estas cosas siempre suman, tanto para los diseñadores como para la gente que nos ve. Nos alimentamos unos de otros, y el que diga lo contrario miente. 

El interés por parte de la organización es una buena noticia.
Evidentemente. Para desfilar se ha tenido que pasar una selección. No sé qué criterios se han seguido ni cómo se ha decidido, pero la hemos pasado. 

Es el segundo año que voy a un evento similar. Si he pasado esa criba y, además, participo en el segundo día, que es el importante, me imagino que algo habré hecho bien. 

¿Percibe que, en función de las tendencias, los clientes le solicitan prendas similares?
Hay de todo. Hay gente a la que las tendencias le marcan mucho y otros que se rigen más por su físico en función de lo que quieren destacar u ocultar. 

Por ejemplo, ahora se pueden llevar mucho las faldas midi, pero hay gente a la que no les sienta bien. 

¿Cómo comenzó en el mundo de la moda?
Siempre he sentido tendencia hacia este mundo. En 1994 empecé mis estudios de moda en la escuela de Pilar Ríos. Al año siguiente, recién empezada mi formación, me tiré a la piscina y vestí a la primera Miss Palencia que fue a Miss España. Desde ahí, todo fue in crescendo hasta que abrí el taller.

¿Cree que el sector de la prendas a medida presenta más dificultades que el prêt-à-porter (producción de varias prendas con la misma línea de diseño)?
Más que ser más dificultoso, es más elaborado. En el prêt-à-porter se hacen pruebas y se elabora el prototipo de un vestido, pero después de ese proceso es como hacer chorizos: todos salen en serie. En la costura a medida es diferente, tiene mayor complicación. Cada persona es un mundo y un cuerpo, y ambas cosas son importantes. Está el físico por un lado y el gusto personal por otro, y tú tienes que conjugar ambos.  Lo que hacemos es un traje personalizado para una persona desde cero. 

No consiste en que te pruebes una cosa y la arreglemos. Desde el patrón hasta la última puntada, todo está personalizado.

A la hora de confeccionar una prenda, ¿predominan sus preferencias o las del cliente?
Lo que diga el cliente. Yo puedo intentar redirigir a la otra persona, aunque a veces tengo éxito y otras arrojo la toalla a la primera. Si veo que no hay manera, no voy a gastar energía y tiempo. 

No vengo a luchar contra nadie. Si vienes aquí es porque te gusta lo que hago.