IberÓleo escribe un nuevo capítulo de su compromiso con Paredes de Nava, donde está llamado a convertirse en uno de los motores económicos y laborales de Tierra de Campos de aquí a unos años. El proyecto que lidera la compañía Iberecológica ha iniciado esta misma semana los estudios geotécnicos en la parcela de 150.000 metros cuadrados que ocupará la futura planta paredeña de refinado y embotellado de aceite de oliva, girasol y colza. Un paso previo a la construcción del complejo fabril, que arrancará en 2025 y comenzará a producir a dos años vista, en 2026.
Estos trabajos, de los que se ocupa la empresa burgalesa Ingema, ofrecerán a sus promotores información cuantificada y detallada sobre las características del terreno, profundidad de apoyo, presión admisible, agresividad del mismo, nivel freático y su incidencia y recomendaciones sobre cimentación. Es decir, las características del suelo en relación con el tipo de edificio previsto y el entorno donde este se ubica.
«Con este estudio veremos qué hay debajo de los distintos edificios con los que contará la planta de refinado: los depósitos de aceite, la subestación eléctrica, los almacenes... Nos ayuda a saber cómo tenemos que actuar a la hora de equilibrar los terrenos o verter zahorra antes de construir», explica a Diario Palentino el delegado territorial de Iberecológica en Castilla y León, Guillermo Badás.
Todos estos trabajos previos tendrán su continuidad este mismo verano, fecha en la que está prevista que arranque la obra civil una vez que se coseche la finca. Es decir, de aquí a las próximas semanas comenzarán los movimientos de tierra que darán como resultado los nuevos accesos, los caminos por los que discurrirán los camiones o la explanada sobre la que se levanten los distintos edificios de las instalacines de IberÓleo.
EMPLEO Y PRODUCCIÓN
IberÓleo Paredes alcanzará una capacidad de producción de «500 toneladas de semilla por día, lo que equivale a 165.000 toneladas al año», señala Badás. Se estima que se producirán anualmente «53 millones de litros de aceite de girasol, 17 millones de litros de aceite de colza y cien millones de litros de aceite refinado de oliva». Adicionalmente, la planta terracampina contempla la producción anual de 72.000 toneladas de harina de torta pelletizada.
En un primer momento, la producción se centrará en el refinado de aceite de oliva, que llegará hasta Palencia procedente del sur de España. El virgen extra se producirá a partir de cultivos propios en fincas de Cáceres y Cádiz; mientras que el resto se adquirirá a proveedores.
Su diseño, altamente sostenible, ha tenido en cuenta medidas como el autoabastecimiento de energía, que procederá de una instalación híbrida eólica y solar propia de 8 MW, o la eliminación de las emisiones de CO2 de origen fósil, gracias a la implementación de una unidad de generación de vapor, alimentada por biomasa, a partir del propio residuo de las semillas de girasol.
UBICACIÓN ESTRATÉGICA
Su ubicación estratégica, con acceso directo desde la CL-613 y el ferrocarril Madrid-Gijón, facilitará la importación de semilla y la distribución y exportación de aceite. En este sentido, cabe destacar que se plantea una plataforma logística de carga y descarga en la estación de ferrocarril a modo de apartadero.
Ajuicio del alcalde, Luis Calderón, «esta es la mejor noticia en Tierra de Campos en las últimas décadas y uno de los proyectos agroalimentarios más importantes de todo Castilla y León». «En el Ayuntamiento no hemos querido dejar pasar esta oportunidad y hemos colaborado en todo lo posible», añade. A renglón seguido, enumera las características que hacen de su municipio el lugar idóneo para estas iniciativas empresariales como son la conexión por ferrocarril, los cultivos próximos y los regadíos del entorno.
Por otro lado, se refiere a la política municipal de vivienda que hará posible albergar a los potenciales trabajadores. En este sentido, destaca las diez viviendas de La Harinera que se están rehabiltando para el alquiler social y las tres de los ferroviarios, a las que se suma la oferta privada.