Si bien pueden parecer simples nombres serigrafiados en un felpudo, detrás de cada uno de ellos existe la necesidad de encontrar un hogar.
La Asociación de Familias Adoptantes y Acogedoras de Castilla y León (Arfacyl) cubrió ayer la entrada del centro cultural Lecrác con 300 felpudos como acto simbólico para sensibilizar a la sociedad sobre la situación que atraviesan los 600 menores que actualmente residen en centros de acogida de la comunidad. De todos ellos, unos 28 tienen entre 0 y 3 años, a los que añadir otros 19 de entre 4 y 6 años, y 44 de entre 7 a 10 años, según el último Boletín de datos estadísticos de medidas de protección a la infancia del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Esta iniciativa buscó concienciar a su vez sobre la importancia de que estos adolescentes encuentren un hogar y un ambiente familiar seguro en el que crecer. «Queremos dar a conocer el acogimiento familiar como una medida de protección a la infancia que aún es poco conocida y ampliar la red de familias acogedoras en Castilla y León», explicó Javier Álvarez-Ossorio, presidente de Arfacyl, quien añadió que «ni el mejor centro de protección de menores se puede comparar con vivir en una familia».
En paralelo al acto simbólico, varias familias acogedoras participaron en una mesa informativa en la que compartieron sus experiencias. Asimismo, se pusieron en valor los beneficios en materia de protección de la infancia que tienen este tipo de actuaciones. De forma complementaria, se llevó a cabo una charla informativa en la que se ofreció a los interesados allí presentes la información necesaria sobre los procedimientos a seguir en caso de querer acoger a un menor.