El pasado 18 de septiembre, un socavón de cuatro metros de largo, tres de ancho y seis de profundidad sorprendió a los vecinos de la avenida de Santiago Amón. Una fuga en el antiguo colector de aguas residuales había erosionado lentamente el terreno hasta provocar el colapso de la acera y de parte del jardín anejo. Desde entonces, Aquona, empresa gestora del servicio de abastecimiento, y el Ayuntamiento, han trabajado intensamente para reparar los daños y restablecer la normalidad en la zona, una meta a la que se llegará la próxima semana.
En ello confía Francisco Javier del Sol, gerente de Aquona en Palencia, que explica la complejidad de las maniobras realizadas para llevar a cabo el arreglo. «Hemos tenido que ejecutar obras aguas arriba para desviar el caudal y evitar que llegase agua a Santiago Amón, lo que implicó construir un muro y una tajadera en un aliviadero», comenta Del Sol.
El objetivo era poder trabajar sin agua, para lo que, además, fue necesario usar balones obturadores y bombas de achique para contener el caudal, lo que ha complicado aún más la reparación y la ha dilatado en el tiempo más de lo esperado. «No es como cerrar una llave de paso; el agua fluye por gravedad, sin controles directos, y hemos hecho lo posible para evitar mayores complicaciones», agrega.
En esta semana, Aquona levantará una arqueta de gran tamaño, de uno 3x2 o 3x3 metros. Esta estructura facilitará futuros trabajos de inspección y mantenimiento, los cuales incluirán el uso de un dron para examinar el interior del colector. «El caudal de agua es alto, de un metro de altura, y no podemos usar cámaras convencionales, pero el dron podrá volar por el espacio disponible -el colector tiene 1,8 m de alto- para detectar daños», explica Del Sol.
Una vez que el hormigón de la arqueta fragüe, se restablecerá el tráfico, tanto de vehículos como de peatones. La previsión es que esto ocurra la próxima semana, antes de 15 días.
Vigilancia. El colector dañado tiene una antigüedad de aproximadamente 70 años y discurre por 3,3 kilómetros hasta donde se ubicaba la antigua depuradora, en el sector 11, lo que hoy es el paseo de la Julia y la zona de La Lanera. El caso es que, según advierte Aquona, muestra un deterioro significativo por la acumulación de gases. «Nos preocupa que otros puntos del colector puedan tener daños similares. Vamos a inspeccionarlo por completo y a elaborar un informe para programar un seguimiento más riguroso», detalla el gerente de Aquona.
La seguridad ha sido otro motivo por el que los trabajos se han alargado más de lo previsto. «Hemos seguido estrictos protocolos de seguridad, lo que ha ralentizado las labores, pero la protección de nuestro equipo es fundamental», asegura Del Sol. A pesar de la afectación al tráfico en el cruce de Santiago Amón con las calles Los Tintes y Batán de San Sebastián, ningún domicilio se ha visto afectado en cuanto a la prestación del servicio.