El cementerio de Cillamayor acogerá mañana 3 de agosto un homenaje, otro año más, en recuero de Adrián González Revilla, guardia civil e hijo del pueblo que perdió la vida a manos de la banda terrorista ETA el 26 de julio de 1986, junto a su compañero, el teniente de la Guardia Civil, Igancio Mateu Istúriz.
El acto en conmemoración de Adrián, y llevado a cabo por sus compañeros de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y de los Grupos Antiterroristas Rurales (GAR) rendirán un homenaje emotivo este sábado a las 13.00 horas en el cementerio de su localidad natal.
Adrián González, que también da nombre a una calle de su localidad natal, perdió la vida en un atentado perpetrado por la banda terrorista ETA en la localidad guipuzcoana de Aretxabaleta. A las 8 horas de aquel fatídico 26 de julio de 1986, los asesinos hacían estallar una bomba-trampa oculta entre la hierba en un campo próximo a la localidad guipuzcoana.
Todo estaba calculado, ya que esa misma madrugada, los etarras habían lanzado dos granadas contra la casa-cuartel de la Guardia Civil. No causaron daños pero sí obligaron a los Grupos Antiterroristas Rurales (GAR) a inspeccionar la zona. Fue entonces cuando estalló la bomba-trampa que acabó con la vida del guardia primero Adrián González y del teniente Ignacio Mateu. Adrián González Revilla tenía 29 años y pertenecía a la Benemérita desde hacía cinco años.