María Florentina Vela es el nombre que hay detrás de la firma de Marity Vela, autora natal de Villoldo, que presenta hoy su séptima novela, Viajes inaplazables. Su trayectoria en la literatura está marcada por su compormiso solidario, puesto que todos los beneficios que obtiene con cada obra son donados a diferentes causas y asociaciones. Dentro de su producción se puede encontrar una obra de teatro.
¿De qué trata su última novela, Viajes inaplazables?
Esta obra trata de pobreza, de vulnerabilidad socioeconómica, de búsqueda, de personas que tienen que salir de su tierra porque no les queda otra para vivir en un mundo mejor, aunque muchas veces llegan y luego se estrellan. La protagonista viene por un matrimonio amañado y lo que se encuentra cuando viaja es la trama de la novela, así que no puedo hacer spoiler.
¿Cómo consigue plasmar el dolor de tener que viajar forzosamente en busca de una vida mejor a través de las palabras?
Metiéndome en el papel de la protagonista, que cuenta muy bien sus sentimientos y emociones a través de sus propias palabras. Eso es lo que va haciendo al lector sentir el dolor y la pasión que tiene el personaje por buscar la verdad y encontrar algo mejor.
¿Busca que los lectores se sientan identificados?
Sí. El lector va a identificar muchas situaciones conocidas. Esta obra está escrita desde la observación a personas que han estado viviendo aquí, en nuestros pueblos. Soy voluntaria de Red Madre y he visto casos que son tremendos, con personas que vienen buscando algo mejor y que todo se les tuerce.
¿A qué se refiere el título?
A que hay viajes que no nos gustaría hacer, pero que no podemos aplazar. Es una fuerza la que nos obliga a hacerlos a pesar de que nosotros no queramos.
Los beneficios los donará a Cáritas con Ucrania, ¿cómo surge esta idea?
Todos los beneficios de mis obras han ido a alguna ONG, fundación o persona en la que he visto una necesidad. De la situación de Ucrania me da mucha pena que los medios de comunicación ya no digan nada. Cuando oímos hablar de guerra y penurias uno no se siente bien.
Llega ahora un tiempo como la Navidad donde todos gastamos y compartimos más, y hay que pensar que hay un país en guerra, con pobreza y personas que no tienen para comer o calentarse. Si se puede paliar algo, aunque sea un poquito, me quedo más tranquila.
¿Ha tomado como referencia la guerra entre Rusia y Ucrania?
No tiene nada que ver. Esta es una obra más enfocada en los inmigrantes que vienen, ambientada en 1998, cuando hay más inmigración procedente de Sudamérica.
¿Cree que la inmigración está estereotipada en España?
Posiblemente sí. Nos tendríamos que poner más en la piel de los demás.
¿Cómo cree que ayuda la literatura a esta labor de sensibilización?
Creo que es muy importante. El escritor, aunque yo me considero una aprendiz, tiene una filosofía de vida; una capacidad de transcribir, describir y transmitir. Eso es importante, ya que le permite llegar al corazón de las personas.
El libro se presenta hoy en Palencia y mañana en Villoldo, su pueblo natal. ¿Cree que estas acciones ayudan a mantener la promoción de la cultura en el medio rural?
Desde luego. Villoldo es un pueblo que se precia en eso. Hay un grupo de teatro, un coro… La cultura está muy valorada aquí. Sé que acudirá todo el mundo porque le gusta este tipo de actos.
¿Considera que el dolor es el hilo conductor en sus libros?
Posiblemente sí. Desgraciadamente, el dolor es lo que más abunda en nuestro mundo. Como soy médico, he estado muy cerca de personas que sufren.
Aun así, Viajes inaplazables tiene cosas graciosas. Hay algún capítulo donde la gente se va a reír. Además, todas las obras de teatro que escribo son comedias.
Tras estar ligada profesionalmente al mundo de la medicina, ¿cómo comienza en la literatura?
A mí me gustaba escribir desde pequeña. Hacía redacciones, cuentos, etc. En cuanto mis hijos se hicieron mayores y tuve más tiempo creí que tenía que expresar lo que sentía. A veces, sirve para descargar la ansiedad que te generan la vida cotidiana y el contacto con el sufrimiento. Descargas ese dolor de tu alma y así lo transmites.
¿Tiene ya en mente algún trabajo futuro?
Escribir me gusta tanto que siempre tengo algo pensado, pero, como proyecto grande, no. Soy alguien sencillo de base. Me gusta transmitir lo que siento, pero no busco ser un best seller. Me gusta mi vida sencilla y relacionada con la gente que quiero.