Los Reyes Magos regalaron ayer un encuentro de locura en el WiZink Center. Una contienda única y una oda a los amantes del mundo de la canasta que se resolvió en cuatro prórrogas, algo nunca visto en la Euroliga, y que se decantó del lado del Real Madrid (130-126) ante el Anadolu Efes en un desenlace de auténtico infarto.
La igualdad fue la tónica general del duelo que comenzó dominando el equipo blanco, en el que sobresalió la figura de un imperial Musa que se fue hasta los 40 puntos, 32 de ellos en los primeros cuatro períodos del vibrante duelo.
El cuadro turco respondió y mantuvo la igualdad hasta que Larkin y el bosnio empataron al final del tiempo reglamentario para adentrarse en un tramo de choque tan imprevisible como espectacular.
El cuadro local empezó con algo más de efectividad en una primera prórroga dominada por las urgencias de ambos conjuntos por anotar y por las constantes pérdidas y desacierto en ambos lados de la pista, presos de los nervios en el parqué.
Los otomanos llegaron a desperdiciar varios tiros libres cruciales de Shane Larkin y Darius Thompson, además de dos lanzamientos liberados de Elijah Bryant que bien pudieron haber decantado la victoria del lado visitante.
Dos 'regalos' que no tomó el plantel blanco, que tuvo la jugada final para sentenciar sobre la bocina. Sergio Llull, siempre un martillo cuando el balón más calienta, encontró a Mario Hezonja en la esquina, liberado.
Sin embargo, el lanzamiento exterior del croata se salió y fue ahí cuando la escuadra turca estuvo cerca ajusticiar al actual campeón de la competición en el segundo tiempo extra. Tres triples de Larkin, Pleiss y Thompson respectivamente pusieron contra las cuerdas al actual campeón.
Pero tiró de casta para acercarse en el marcador, dando al Real Madrid una 'bola extra' que no desparovechó esta vez el alero para mandar el duelo a una tercera prórroga en un duelo histórico e increible.
Por si no era suficiente, el partido nos regaló también otra cuarta prórroga, en la que de nuevo Hezonja sentenció con un triple para dar una victoria épica en forma del regalo más especial en la festividad de Reyes.