Los sábados del mes de agosto TCM emitirá Heridas abiertas, la prestigiosa serie original de HBO protagonizada por Amy Adams y Patricia Clarkson que en 2019 obtuvo ocho nominaciones a los Emmy y dos a los Globos de Oro, premio que se llevó a la mejor actriz de reparto para Clarkson.
La escritora Gillian Flynn trabajaba como periodista cinematográfica para la revista Entertainment Weekly. Le gustaban las películas de terror y misterio, un género al que le aficionó su padre desde niña. Poco a poco fue abandonando el periodismo para contar las historias que nacían en su imaginación. En 2012, su tercera novela, Perdida, se convirtió en un éxito de ventas en Estados Unidos. Un éxito que se multiplicó por diez cuando el director David Fincher decidió adaptarla al cine con Ben Affleck y Rosamund Pike de protagonistas.
El filme triunfó en las taquillas de todo el mundo y los productores cinematográficos buscaron rápidamente otros libros publicados por Gillian Flynn para trasladarlos a la pantalla. Enseguida pusieron sus ojos en su primera obra, Sharp Objects, publicada en 2006 y que fue finalista al Premio Edgar de novela negra, uno de los más importantes que se conceden en Estados Unidos.
Así nació la miniserie Heridas abiertas, que se estrenó en HBO en 2018 con Amy Adams y Patricia Clarkson al frente. La primera interpreta a Camille Preaker, una periodista que regresa a su localidad natal tras haber estado internada en un psiquiátrico. Allí tendrá que cubrir para su periódico los asesinatos de dos chicas adolescentes. Una investigación que no será nada fácil porque, además de lo retorcido que es el caso, tendrá que convivir con sus propios demonios internos y revivir la traumática relación que mantuvo en el pasado con su madre y su hermanastra.
La serie se convierte en un verdadero rompecabezas para el espectador, con sorprendentes giros de guion y sorpresas. Un puzzle cuyas piezas van encajando de manera lenta y pausada y que solo se completa viendo, con mucha atención, las ocho entregas de la serie.
«Lo que da miedo es un estado psicológico, esa sensación de no estar suficientemente cómoda con tu propia piel», relata la escritora. Y eso es lo que transmite Heridas abiertas y, sobre todo, el personaje de Camille. Una mujer vulnerable y frágil que se enfrenta a sus demonios personales mientras intenta sacar adelante su vida y su trabajo. «Su monólogo interno es casi imposible de capturar en una historia de 90 o 120 minutos. Por eso el formato de miniserie es ideal».