La Diputación tenía ayer 39.242razones para celebrar el Día Internacional de la Mujer Rural, tantas como vecinas dan vida a los pueblos de la provincia. Fue Saldaña el lugar elegido para esta efeméride que se ha convertido ya en uno de los imprescindibles del mes de octubre, centrado en esta ocasión en las hosteleras, uno de los «pilares de cohesión social» que sostienen la vida en el medio rural.
Esta fue la expresión que empleó la vicepresidenta primera, María José de la Fuente, para dirigirse a un sector que «contribuye a la identidad» de los entornos no urbanos y a cuyos mandos se encuentran féminas a las que se les ha «silenciado» su trabajo a lo largo de las décadas y relegado a un segundo plano, a pesar de ser «motor de cambio» y sustento fundamental para el futuro.
«Sois vosotras, las que día a día abrís las puertas de bares, restaurantes, casas rurales, empresas y establecimientos hosteleros, quienes mejoráis la vida de vuestros municipios. En esos espacios se forma la comunidad, se recibe y se comparte lo mejor de la cultura y tradiciones», afirmó De la Fuente en el pabellón municipal de deportes El Soto, punto de encuentro de más de 700 palentinas desplazadas para la ocasión desde diferentes rincones de la geografía provincial.
Mujeres que mueven el mundo fue el lema que vertebró la jornada festiva y reivindicativa, en la que también se proyectó un mensaje de la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, a quien le fue imposible acudir a la cita. «Cada una de vosotras desempeña un papel vital en el desarrollo de los pueblos, contribuyendo a la economía local. Sigamos unidas, trabajando por un futuro más justo y próspero para todos», rezaba el mensaje.
En la misma línea se mantuvo De la Fuente, quien afirmó que la hostelería no es solo una actividad económica más en el medio rural, sino que se constituye como un «punto de encuentro donde se tejen relaciones, se comparten historias y se fortalece el sentimiento de pertenencia al territorio».
ABSOLUTA DEDICACIÓN
El de la hostelería es un trabajo que no entiende de fiestas y requiere una absoluta dedicación. Una tarea que, en el caso de las mujeres, se ha compatibilizado históricamente con el cuidado de la familia y las tareas del hogar en un ejemplo de «esfuerzo inmenso» que desde la Diputación quisieron «reconocer y apoyar» en esta señalada fecha.
«En cada comida que servís y en cada sonrisa que ofrecéis a quienes cruzan las puertas de vuestros establecimientos, estáis contribuyendo también a la promoción de la provincia. Gracias a vosotras, los pueblos son más que un lugar en el mapa, son destinos acogedores que conservan su autenticidad y que invitan a quedarse, a volver», defendió De la Fuente.
A renglón seguido calificó a estas mujeres como «embajadoras»de lo que Palencia puede ofrecer a los que viven aquí y a todos aquellos cuantos la visitan. «El medio rural tiene un rostro femenino. Sois vosotras, con vuestro trabajo, el motor de la economía local», defendió.
Un «ejemplo de fortaleza» que se ejemplificó ayer en cinco empresarias que desarollan su actividad comercial en el medio rural: María del Mar Infante y Pilar Fombellida (La Despensa del Cerrato, Baltanás), Lucía Sardina (El Sevillano, Cervera de Pisuerga), Montserrat Frechilla (ArPalencia, Villaumbrales) y Eva Salse (Hostal Salse, Saldaña). Un broche a la gala presentada por A Ninguna Parte Teatro a la que también asisitió el alcalde, Adolfo Palacios, puso música el grupo Carrión Folk y endulzó a las asistentes con una chocolatada.
PREMIO PARA ARIJA
En otro orden de cosas, el comunicador Alberto Arija fue reconocido con el tercer premio de Excelencia a la Comunicación otorgado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación por la serie documental Mujeres Rurales, elaborado por encargo de la Diputación, que lo financió íntegramente a través del área de Servicios Sociales. La diputada de Cultura, Carolina Valbuena, asistió al acto para acompañarle.
Mujeres Invisibles cuenta la historia de diez mujeres que han vivido en la provincia de Palencia durante las peores décadas del siglo XX, las que van desde la postguerra española hasta la transición a la democracia. Mujeres Silenciosas pone el foco en once mujeres inmigrantes que han viajado desde sus países de origen para comenzar un nuevo proyecto de vida en Palencia.