Las barreras arquitectónicas, lamentablemente, están muy presentes en el día a día de los palentinos con movilidad reducida. La ciudad no les pone buena cara cuando salen a la calle hacer un recado, a trabajar o a charlar con amigos. Basta con darse una vuelta por el centro de Palencia con tres miembros de la Asociación Cultural y Rehabilitadora de Personas con Discapacidad Física (Acremif) y encontrarse con obstáculos de todo tipo, desde escalones infranqueables para una persona que utiliza una silla de ruedas a aceras estrechas o bordillos.
Durante la renacida Fiesta de laRueda, que volvió a celebrarse en septiembre tras varios años en el dique seco, Acremif instaló una mesa informativa en la plaza de la Inmaculada a la que se acercaron numerosos vecinos para citar las dificultades que se encuentran para desplazarse por Palencia. Y la lista de lugares no fue corta.En ella figuran edificios institucionales (como la oficina central de Correos en la plaza de León y la delegación de Economía y Hacienda, por poner algún ejemplo), empresas privadas y vías públicas. El vicepresidente de la entidad, Javier Antolín, admite con el paso de los años la sociedad ha ido trabajando hacia una mayor integración, pero lamenta que aún quede mucho camino por recorrer.
El dirigente de Acremif recuerda que la ley les ampara en la eliminación de banzos y otros obstáculos, si bien critica la «falta de sensibilidad» de muchas personas en pleno año 2024. «Algunos dicen que no pueden poner rampa porque el Ayuntamiento no deja sacarla a la calle y otros porque no quieren», explica Antolín mientras recorre Palencia en silla de ruedas acompañado por el presidente de la asociación, Víctor Fernández (que también necesita de este vehículo para desplazarse), y la socia María del Mar Aparicio.
Durante su paseo se fijan en las numerosísimas barreras arquitectónicas y recuerdan alguna anécdota que, por desgracia, vivieron en primera persona o tienen constancia de ella. «Esta tienda tiene una rampa portátil. Nos lo dijeron después de que entrara tras pedir ayuda. No la tenían a la vista», detalla el vicepresidente en la calle Mayor. En cambio, en otros negocios ven planos inclinados que sustituyen a escaleras y que permiten el acceso a este colectivo.
FALTA BUENA VOLUNTAD. Antolín asegura que se habla mucho de solidaridad y asertividad, pero que a la hora de la verdad, en ciertas ocasiones, «falta buena voluntad». «¿Por qué hacen rampas tan bien para los coches pero tan mal para las personas?», se pregunta tras observar, a decenas de metros de lacatedral, un escalón junto a la puerta de un inmueble y una superficie plana para que los vehículos accedan a un garaje. En este sentido, Aparicio detalla que solicita la rampa en los autobuses urbanos para bajarse, pero, al no tener que utilizar silla de ruedas, normalmente no la activan. «Salgo como puedo. He gastado mucho en taxis por ello», critica.
Otro problema al que se enfrentan diariamente son los bordillos de las aceras, que no están rebajados o no están bien hechos. Un céntrico ejemplo está en la calle Santo SanPedro, donde se une, además, la estrechez de la acera. Esto provoca que el acceso no sea sencillo y que estas personas tengan que bajar a la calzada. En relación con las vías públicas, Aparicio hace referencia al problema de las baldosas sueltas y cita los casos de la calle Tomillo y la plaza de San Juanillo. Por su parte, Fernández sufre especialmente al cruzar por la plaza Mayor, ya que el pavimento es muy irregular y muy incómodo. «A ver cuándo llevan a cabo la reforma que han anunciado», explica.
Los tres citan de memoria puntos palentinos donde es necesaria una reforma. Uno de ellos es el pasaje Gil de Fuentes. Por el lado de la calle que da nombre al corredor pudo acceder, pero no llegó a la plaza de la Inmaculada porque se encontraron de frente con tres escalones. Un viandante que cruzaba la zona lamentó que no hubiera un acceso para personas con discapacidad, que, bajo su punto de vista, podían construirlo donde está la papelera.Por el otro lado, en el centro San Isidoro hay dos escalones y la entrada es casi como una utopía.
Pero dos de los lugares en los que es más urgente una actuación son la oficina municipal de la calle Mayor (Agustinas Canónigas), que cuenta con una rampa «pronunciada y peligrosa» en el interior -«parece el Tourmalet», bromea Antolín-, y el edificio de Correos, que tiene una puerta «muy pesada» y un elevador «que hay que mantener pulsador», lo que provoca que su uso sea difícil para una persona con movilidad reducida y dificultad en las manos. Además, lamentan que en la delegación de Hacienda les comenten que el salvaescaleras «lleve dos años estropeado» y que en el archivo histórico provincial tampoco funcione la plataforma elevadora.
Por último, desde Acremif explican que esperan que «las administraciones públicas competentes tomen nota de las reivindicaciones». «Si se observa que no mejora nada seguiremos reivindicando porque Palencia parece una ciudad accesible, pero aún falta bastante para que lo sea de verdad», subrayan desde la asociación, que durante la Fiesta de laRueda llegó a escuchar que algunas personas emitieron escritos al Ayuntamiento y Junta de Castilla y León «que no han sido escuchadas». «Sienta mal no recibir respuesta alguna», concluyen.
PUNTOS NEGROS. Acremif recopiló en la Fiesta de laRueda algunos de los lugares donde es complicado desplazarse con silla de ruedas en Palencia. Algunos son los siguientes:
HACIENDA. En el interior del edificio, la plataforma elevadora no funciona y no cabe una silla de ruedas.
AV. DE ASTURIAS. Existen muchos bordillos mal rebajados.
R. SAN BERNABÉ. Hay una línea amarilla junto a la acera, pero esta no tiene ningún rebaje.
MAYOR ANTIGUA. Hay muchas zonas estrechas para las sillas en las aceras.
PZA. MAYOR. El suelo irregular es incómodo para las personas con movilidad reducida.
AVENIDA DE CASTILLA. Hay tramos con una acera que no está lisa, lo que puede provocar caídas.
AGUSTINAS CANÓNIGAS. La rampa del interior es muy pronunciada y peligrosa.
SANTO SAN PEDRO. No hay acceso sencillo para una persona en silla de ruedas.
PISCINA DEL SOTILLO. Carece de elevador hidráulico.
BIBLIOTECA PÚBLICA. En la sala de la pecera (donde se dan cursos) hay un gran escalón.