La Comisión Europea ha aclarado este martes que la legislación actual no permite crear centros de deportación en países fuera de la Unión Europea para transferirlos a la espera de que se resuelva su expulsión definitiva al país de origen, por lo que cualquier paso en esta línea exigiría primero una reforma de las reglas de la UE y por ello Von der Leyen ha querido pedir en su carta a los líderes abrir el debate sobre ello.
"Actualmente no es posible en la Unión Europea tener esa opción", ha dicho en una rueda de prensa en Bruselas la portavoz comunitaria de Interior y Migración, Anitta Hipper, antes de confirmar que para poder implantar ese tipo de centros el bloque "necesitaría antes regular la vuelta forzada de migrantes a un país que no sea el suyo de origen".
Desde el pasado mayo, un grupo cada vez más numeroso de gobiernos europeos viene pidiendo un endurecimiento en las políticas migratorias para controlar más la frontera exterior y acelerar las expulsiones de quienes no obtengan el derecho al asilo.
La pasada semana, el asunto llegó a la mesa de los ministros de Interior de la UE tras una carta de 14 países --entre ellos Alemania, Francia, Italia y Países Bajos-y un documento de trabajo de la presidencia de turno húngara circulado entre las capitales para explorar "soluciones innovadoras" para agilizar los retornos, por ejemplo con centros de detención en terceros países o con castigos comerciales a los países que no acepten las devoluciones de migrantes.
En este contexto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, elevó el debate al nivel de líderes al pedirles en una carta enviada el lunes que sea asunto de debate en el Consejo de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará este jueves y viernes en Bruselas.
En su escrito, recogido por Europa Press, Von der Leyen plantea "seguir explorando posibles vías de avance" hacia la "idea de crear centros de retorno fuera de la Unión Europea", si bien advierte de que para que esa solución fuera posible sería primero necesario una "propuesta legislativa".
Von der Leyen evoca como ejemplo el acuerdo negociado por el Gobierno italiano de Giorgia Meloni con Albania para abrir en este país centros a los que trasladar a migrantes que ya han solicitado asilo en Italia mientras se tramitan sus peticiones. "Con el inicio de las operaciones del protocolo entre Italia y Albania podremos sacar lecciones de esta experiencia en práctica", sostiene la presidenta de la Comisión en su escrito.
La jefa del Ejecutivo comunitario que iniciará su segundo mandato previsiblemente en diciembre recuerda a los 27 que en su nuevo Colegio encomendará al comisario de Interior una reforma de la directiva de retorno, cuya revisión estaba ya prevista en esta legislatura aunque la negociación entre el Consejo y la Eurocámara no llegó nunca a arrancar.
Ya en sus directrices para la nueva legislatura publicadas en septiembre, Von der Leyen defendió la necesidad de acelerar el trabajo en materia de retornos porque considera que para que el sistema de asilo sea "funcional" es necesario que aquellos que no tienen derecho a quedarse en la UE sean expulsados con celeridad; y sin embargo en la actualidad apenas el 20% de las personas que ven rechazada la entrada son efectivamente deportadas.
En este contexto, Von der Leyen se abre a soluciones que define como "innovadoras" para avanzar hacia la creación de centros de deportación para trasladar fuera de la UE a los migrantes irregulares que ya han llegado a suelo europeo, mientras se tramitan sus expedientes; a pesar de que esta opción ya fue descartada en el pasado por Bruselas por colisionar con la legislación comunitaria.
Fuentes comunitarias consultadas por Europa Press recalcan que, en todo caso, esta iniciativa se aplicaría únicamente a los "retornos", es decir, a expedientes ya resueltos en los que se ha denegado el derecho al asilo pero está pendiente su vuelta al país de origen o tránsito y no a migrantes cuya petición de asilo siga pendiente de resolución en un país de la UE.
En todo caso, la conservadora alemana apunta también que para avanzar en este terreno su Ejecutivo abordará también a lo largo del "próximo año" la revisión de la definición de "país tercero seguro", un asunto que también es controvertido por las divisiones que genera en el seno de los 27 pero que Von der Leyen ve necesario para "ayudar a quienes buscan asilo sin tener que embarcarse en viajes peligrosos a través del Mediterráneo".
Esta reflexión, defiende, se realizará de la mano con organismos internaciones como Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) con el objetivo de lograr un "enfoque integral" del concepto.