Pasos hacia la victoria

Marcel Gascón (EFE)
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Zelenski tiene gran parte de sus esperanzas depositadas en su plan estrella, con el que pretende ganar el pulso a Rusia con una serie de medidas que fuercen al Kremlin a negociar y bajo el que pide la entrada de Ucrania en la OTAN

El dirigente del país invadido ha hecho hincapié en atacar territorio enemigo con armas de largo alcance. - Foto: EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

A lo largo de las últimas semanas, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, se ha encargado de presentar ante diferentes instituciones su iniciativa estrella para intentar tomar la delantera ante la invasión rusa: el plan de la victoria. Con este ambicioso nombre, el dirigente ha expuesto su proyecto a sus aliados en la OTAN, al Parlamento de su país, a EEUU y a los distintos líderes de las naciones de la UE. Bajo esta medida, el mandatario se centra especialmente en el envío urgente de más armamento al frente, en el visto bueno para atacar territorio enemigo con sistemas de largo alcance y en la eliminación de líneas rojas para redoblar la presión sobre el Kremlin y forzarlo a negociar.

Al tiempo que ofrece a largo plazo a los aliados beneficios directos de su alianza con Kiev tanto en el campo económico como en el de la seguridad, Zelenski incluye una lista de peticiones de armamento a estos que permitiría a su Ejército abrir más frentes en terreno ruso, como el que inició a principios de agosto en la región de Kursk.

El plan solicita además a Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Italia y Alemania que desplieguen en Ucrania armamento estratégico no nuclear para disuadir a Moscú de aumentar la intensidad de sus ataques, e incluso empujarla a poner fin a la guerra si la medida se toma antes del cese de las hostilidades.

Junto con estas demandas militares, el plan de la victoria pide que Kiev reciba inmediatamente una invitación en firme para entrar en la OTAN una vez termine la contienda, lo que a juicio de Zelenski mostraría a Putin que «ha perdido la batalla geoestratégica».

En el capítulo de los beneficios que el documento ofrece a los aliados, destaca una propuesta de acuerdo por el que Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y otros socios preferenciales de Ucrania se beneficiarían a corto, medio y largo plazo de los recursos naturales y otras ventajas económicas que ofrece el país invadido.

Finalmente, el último punto del plan se refiere a la arquitectura de seguridad de Europa al término de la guerra, sin que se hayan especificado detalles al respecto.

¿Garante de la seguridad?

Aprovechando la experiencia adquirida, Kiev ofrece ser garante de la seguridad en el continente y sustituir en los despliegues que la garantizan a las tropas que en estos momentos tiene EEUU en Europa.

La propuesta es un guiño a los sectores más aislacionistas o preocupados por China del país norteamericano, que se han mostrado escépticos sobre la causa ucraniana y abogan porque Europa asuma la responsabilidad de su propia defensa.

Como ya hizo antes de presentar públicamente el contenido del documento, Zelenski volvió a explicar en el Parlamento de su país que su plan debe servir para redoblar la presión sobre Rusia a fin de forzar a Moscú a sentarse a negociar en una cumbre internacional que Kiev espera organizar a final de año.

La cita buscaría atraer al mayor número de países participantes y giraría en torno a la llamada Fórmula de Paz, un informe de 10 puntos que exige la retirada rusa de todos los territorios que están dentro de las fronteras ucranianas de 1991.

Mostrando un gran optimismo al asegurar que la guerra puede acabarse el año que viene si sus aliados ejecutan su ansiado proyecto, el líder del país invadido ha reafirmado que Ucrania no está dispuesta a ceder territorios para lograr la paz.

Por el momento, pese a que Zelenski presentó su plan al presidente de EEUU, Joe Biden, a finales de septiembre, ni el país norteamericano ni ningún otro aliado de Kiev se ha pronunciado públicamente sobre su disposición a ejecutar las peticiones contenidas en la iniciativa.

Dudas en la Alianza

Quien sí ha mostrado su postura respecto al plan de la victoria ha sido la OTAN, representada por su secretario general, Mark Rutte, quien ha reiterado su apoyo a largo plazo a Ucrania, aunque se ha mantenido distante a la hora de avalar la medida.

«No perderemos la unidad. Ucrania puede contar con ello. El mensaje a Putin es que si lo piensa que lo haremos, no será así», ha reiterado el líder de la Alianza, poniendo el acento en nuevos anuncios de Estados Unidos o Alemania para reforzar los sistemas antiaéreos de Kiev.

Ante las diferencias entre algunos países de la OTAN sobre medidas como permitir atacar objetivos rusos en su territorio, Rutte ha sostenido que debates de este estilo «suceden en las democracias», pero aun así existe «unidad» respecto a apoyar a Ucrania y los socios están alineados en este objetivo «desde Los Ángeles a Tirana».