Las dificultades para encontrar personal en los períodos de temporada alta, en general, y en verano, en concreto, se repiten cada año en los bares y restaurantes españoles. Y este 2024 no va a ser una excepción: la mitad de las vacantes para la hostelería quedarán desiertas de nuevo durante estos meses estivales.
Por ello, la patronal busca soluciones como la de contratar «contingentes» de empleados extranjeros, una propuesta que, sin embargo, rechazan los sindicatos.
Ya en 2023, Hostelería de España aseguró que el 50 por ciento de los puestos ofertados en el sector para entonces iba a quedar sin cubrir, una cifra que vuelve a poner sobre la mesa este año el secretario general de la asociación, Emilio Gallego.
Falta de conciliación y dificultades para encontrar alojamientos para los trabajadores de zonas costeras son algunos de los factores que provocan este problema crónico.
El colectivo hostelero lo tiene claro: hay escasez de personal y cada año se hace más palpable la necesidad de contratar nuevos profesionales para hacer frente a una demanda que no deja de crecer, de la mano de los récord en turismo. Según los datos de Hostelería de España, los bares y restaurantes esperan incrementar esta temporada entre un 5% y 10% sus cajas, sobre los ya abultados datos de facturación del verano pasado.
Las perspectivas de negocio son muy buenas, ahora bien, la dificultad para contratar lastra a un sector que vive en primera persona algunos «problemas estructurales» como una pirámide de población cada vez más envejecida, según explica el portavoz de la patronal.
Por ello, «para muchos sectores, la llegada de trabajadores extranjeros es la única opción para cubrir los puestos», señala Gallego, una propuesta que, en el caso de la hostelería «sería lo ideal».
La iniciativa, ya deslizada el pasado año por la patronal hostelera de Cádiz ante la falta de empleados, no ha tenido «un entorno receptivo por parte de la Administración», lamenta, al tiempo que insiste en presentar esta opción como una solución viable.
«¿Les van a ofrecer a esos contingentes hospedaje durante el tiempo que trabajen?», se pregunta por su parte el responsable de Hostelería de Comisiones Obreras (CCOO), Gonzalo Fuentes, quien rechaza este plan. «No faltan trabajadores, faltan derechos», asevera el portavoz del sindicato.
Para Fuentes, la pandemia supuso un punto y aparte en el sector, pues, con el turismo ya recuperado, la carga de trabajo ha aumentado, y con la inflación también lo han hecho los precios.
«El sector va como un tiro», resume el responsable de CCOO, a la vez que recrimina no ver esta mejora reflejada en las condiciones de unos empleados que, cada vez más, buscan una mejor conciliación entre la vida laboral y la privada.
A juicio del responsable del ramo de UGT, Omar Rodríguez, la hostelería «ha perdido la capacidad de ser atractiva» debido a la realidad que arrastra, destacando los bajos salarios, la conciliación y la dificultad para hacer carrera. Sobre la propuesta de la patronal de cubrir los puestos vacantes con empleados extranjeros, Rodríguez considera que es una medida «cortoplacista» y no solventa la situación.
Mientras, con el calor del verano, los bares tratan de hacer frente a una temporada que, pese a las dificultades laborales, tanto los propios negocios como la empresa de contratación, esperan que sea buena.